martes, 28 de diciembre de 2004
LA VERDADERA KRYPTONITA
Seguramente el tamaño de los problemas que nos aquejan a cada uno por separado se vería reducido de forma drástica si fuésemos capaces de enfocarlos de la manera precisa. Muchas veces es mayor problema nuestra predisposición a encararlos que los problemas en sí. Suena un poco a regañina, pero en el fondo todos somos unos miedicas. En la mayoría de las ocasiones poco más que una buena dosis de ánimo y valentía es suficiente para arreglar el entuerto. Desde luego esa es la técnica que los grandes héroes utilizaron, (Si no fuera así, nunca habrían sido grandes héroes). Quizás ellos se dieron cuenta de que lánzandose, el problema estaba resuelto. Como el rey David se enfrentó a Golliat, con convencimiento, coraje y confianza. Constantemente reclamamos un milagro o que alguien nos proporcione la kryptonita adecuada para tener un mínimo de garantías a la hora de confrontar al gigante. Pero no podemos detectar que esa kryptonita reside en nuestro propio interior y en nosotros mismos. Muchos conocidos y admirados guerreros se armaron sólo con su valor y nos han demostrado que es arma suficiente. Es una pena que todavía no puedo explicar de manera creible el porqué de que algunos otros con el mismo valor no hayan obtenido el salir vivos del combate...
miércoles, 22 de diciembre de 2004
UN REGALO PARA TODOS
No sé si existirá alguna persona que pueda presumir de disfrutar de una vida en la que no estime oportuno resaltar ningún detalle que le encantaría mejorar. Dudo de que contemos con el personaje conforme con su entorno y sus circuntancias personales. Pero, en el extremo opuesto, puedo afirmar seguro de mí mismo que existieron, existen y existirán aquellos que no encuentran nada que les agrade en su historia. La vida contiene esa triste característica, es inevitable, pero no por ello deja de ser una oportunidad, una bendición. Vivir en la situación más precaria que pueda darse, hay que saber valorarlo. No es como un empleo o una aventura que si sale mal puedes abandonar para reintentar otro día. Es un viaje continuo, pero finito e irrepetible. Algo que otros muchos perdieron, tal vez mientras que no deseaban abandonar, y que hubieran dado todo por continuar en situaciones mucho más difíciles que la nuestra. Si pudieramos preguntar a los que se fueron, seguramente nos hablarían mucho mejor de este don de lo que podemos imaginar. La vida es un regalo, el mejor regalo. Así como un pájaro no tiene derecho a quejarse por ser capaz de volar, nadie puede lamentarse por estar vivo.
martes, 21 de diciembre de 2004
CONTRAINDICACIONES DE SER ESTIMADO
Sea cual sea la cualidad de la que te puedas sentir más orgulloso, eso no puede impedir que algún día pueda volverse en tu contra, o peor aún en contra de todos. Lo que tengas como el mayor tesoro que poseas, sin un correcto manejo por tu parte, resultaría algo destructivo hacia ti sin darte cuenta.
En ocasiones las personas degeneramos en borregos y nos dejamos guiar sin demasiada exigencia. En realidad a veces nos enganchamos a los más variopintos inútiles reclamándoles guianza y consejo. La gente elige sus líderes basándose en criterios absurdos, por eso no es de extrañar que cualquiera de nosotros devolucione en un caudillo o ídolo de masas. Muchos no le verán a esto riesgo alguno o algo de lo que prevenirse. Pobres incautos, el día que hayan tenido que cargar con la responsabilidad de ver como cada acto es analizado e imitado, entenderán a lo que me refiero. ¿Cómo podría vivir sabiendo que un movimiento mío puede suponer una decisión fatal para algún imprudente sólo porque le parece que hay crédito en mi persona? Me he equivocado millones de veces en mi vida, pero esa situación me ofrece la oportunidad de que se equivoquen otros por mi culpa. Me horroriza esa idea, anhelo el anonimato, lo necesito.
En ocasiones las personas degeneramos en borregos y nos dejamos guiar sin demasiada exigencia. En realidad a veces nos enganchamos a los más variopintos inútiles reclamándoles guianza y consejo. La gente elige sus líderes basándose en criterios absurdos, por eso no es de extrañar que cualquiera de nosotros devolucione en un caudillo o ídolo de masas. Muchos no le verán a esto riesgo alguno o algo de lo que prevenirse. Pobres incautos, el día que hayan tenido que cargar con la responsabilidad de ver como cada acto es analizado e imitado, entenderán a lo que me refiero. ¿Cómo podría vivir sabiendo que un movimiento mío puede suponer una decisión fatal para algún imprudente sólo porque le parece que hay crédito en mi persona? Me he equivocado millones de veces en mi vida, pero esa situación me ofrece la oportunidad de que se equivoquen otros por mi culpa. Me horroriza esa idea, anhelo el anonimato, lo necesito.
martes, 14 de diciembre de 2004
Un pequeño milagro
El pobre viejo no esperaba que lloviera, pero llovió, y mucho más de lo que podía haber imaginado. Durante horas aquellas malditas nubes no dejaron de vomitar irremisiblemente, sin pausa alguna. Todo el patio se convirtió en un barrizal, el patio que siempre había estado tan seco como el corazón del solitario viejo. Él físicamente dejaba mucho ya que desear en lo que a fuerzas se refiere, por eso el que hubiera tardado varios días en terminar de cavar el agujero en el que deseaba ser enterrado en ese mismo patio. Pero aquella imprevista lluvia se había encargado de borrar todo indicio del trabajo finalizado y ahora habría que volver a empezar. Mas él no dejaba de ser un pobre viejo, así que pensó que aplazar la reconstrucción de su obra era lo mejor por el momento. Sólo dejó que transcurrieran un par de días para salir de nuevo a observar su húmeda y saboteada tumba. Fue entonces cuando se vio sorprendido por algo que jamás había visto antes. Aquella tierra tan árida y seca, a la que nunca había prestado la más mínima atención, tras haber sido empapada, había permitido brotar en ella multitud de diferentes flores, todas ellas preciosas. En definitiva, la lluvia que maldijo hasta la saciedad dos días antes, había convertido por su propia cuenta y riesgo lo que él planeara como un cementerio en un colorido jardín que alcanzó a rozar su sensibilidad. De manera que aquel anciano que viviera triste y esperando su fin, comprendió que su vejez no era causa suficiente para rendirse. Entonces, abandonando la idea de volver a escavar nuevamente un sitio donde ser enterrado, comenzó a centrarse en cuidar y admirar las flores que ahora rodeaban su casa. Y Aunque no pudo evitar seguir siendo viejo y débil, eso no le impidió terminar sus días feliz.
domingo, 12 de diciembre de 2004
IDENTIDAD Y DESTINO
Los días acumulados terminan siendo años, y los años contenidos en una vida en realidad no son demasiados. Al final de todo y de todos, termina uno dándose cuenta de que no puede afirmar rotundamente haber encontrado respuestas a todas las preguntas que le inquietaban desde pequeño llegando luego a asustarle siendo adulto. Yo, personalmente, he acordado conmigo mismo el conformarme si logro responder las dos más importantes a mi parecer: "¿Quién soy?" "¿Qué quiero ser?" Si llegara a contestarlas podría dedicarme a todas las demás, pero ahora ya con una dosis de ansiedad notablemente reducida.
No me conozco en absoluto todo lo que es recomendable. ...¿Cómo soy? ¿Qué me gusta? ¿Qué odio? ¿Qué cosas me duelen? ¿Qué lugar ocupo en la vida de los que me rodean... De veras que soy bastante más desconocido para mí mismo de lo que me gustaría. Si hasta cierto punto es desconcertante convivir con un desconocido... ¿Cómo de angustioso ha de ser vivir dentro de uno? Al igual que necesito averiguar con qué armas y defectos cuento para caminar (ir a ciegas siempre es un handicap), debería fijar la meta, y no correr alocadamente sin sentido. Poner un objetivo que dicte los parámetros de mis actos en su favor, a ser posible un objetivo utópico que no me permita bajar los brazos a mitad de vida porque un golpe de suerte me haya permitido alcanzarlo. Por ahora, antes de desear nada, necesito saber quién soy y quién quiero ser, para así poder obrar en consecuencia y no convertirme en mi propio estorbo. Sigo buscando una identidad y un destino.
No me conozco en absoluto todo lo que es recomendable. ...¿Cómo soy? ¿Qué me gusta? ¿Qué odio? ¿Qué cosas me duelen? ¿Qué lugar ocupo en la vida de los que me rodean... De veras que soy bastante más desconocido para mí mismo de lo que me gustaría. Si hasta cierto punto es desconcertante convivir con un desconocido... ¿Cómo de angustioso ha de ser vivir dentro de uno? Al igual que necesito averiguar con qué armas y defectos cuento para caminar (ir a ciegas siempre es un handicap), debería fijar la meta, y no correr alocadamente sin sentido. Poner un objetivo que dicte los parámetros de mis actos en su favor, a ser posible un objetivo utópico que no me permita bajar los brazos a mitad de vida porque un golpe de suerte me haya permitido alcanzarlo. Por ahora, antes de desear nada, necesito saber quién soy y quién quiero ser, para así poder obrar en consecuencia y no convertirme en mi propio estorbo. Sigo buscando una identidad y un destino.
lunes, 29 de noviembre de 2004
ARMAS EN MANOS DE UN MISERABLE
Es algo genial que cada uno tenga una cualidad que le hace diferente a los demás, algo que le hace especial e inconfundible, lo que es una pena es que para algunos esa característica personal sea la mentira. No creo que uno pueda rebajarse o degradarse más que después de haber hecho uso de algo tan miserable y ruin. No olvidemos que mentir no se trata de otra cosa que esconder la verdad y disfrazarla. La verdad que es una de las cosas que cualquier persona persigue conocer desde sus orígenes. Y sin embargo algún indeseable se dedica a ocultarla, que pena... Desde luego se debe de tratar de alguien podrido desde su corazón y su cerebro, no admito discusiones en este aspecto. Las mentiras duelen, medidas milimétricamente incluso son capaces de matar. Además un mentiroso es un adicto de su propia maldad, no contento con faltar al respeto a la verdad, desdeña con su despreciable hábito los que encuentra por su vida, llegando incluso ser de oprobio para sus conocidos o familiares. Se ven envueltos en la mentira y no sienten remordimiento alguno, por lo que rara vez abandonan su costumbre. Malo es tener un amigo mentiroso, porque uno es consciente de que antepondrá su vicio al aprecio que pueda tenernos. No te asocies jamás con un mentiroso porque la única manera de defenderlo es hacer uso de la mentira. Ante todo quiero certificar que no culpo a la mentira que domina al mentiroso, sino al mentiroso que construye la mentira.
jueves, 25 de noviembre de 2004
DISEÑADOS PARA SUFRIR
Dedicamos nuestro esfuerzo a convertir la historia que nos ha tocado representar en un modelo perfecto ausente de sobresaltos, en el que la tranquilidad sea una regla invariable y continua. Pero se nos olvida que la vida consiste precisamente en eso, en encontrar cada día situaciones nuevas que nos sorprendan y nos obliguen a movernos. Creemos que nos encantaría vivir en la calma absoluta, pero estoy seguro de que al saborearla nos empalagaría. Nos quejamos siempre de los problemas que nos rodean sin darnos cuenta de que esos problemas se convierten en los retos que terminan por darle sentido a nuestra existencia. Es como la historia del silencio que anhelamos ansiosamente mientras que el molesto ruido arruina nuestra tranquilidad. Pero si alguna vez llegamos a instalarnos en ese silencio total, nos daremos cuenta de que le tenemos miedo y de que no estamos preparados para continuar junto a él. Por ahora, la única manera de vivir sin problemas o con la capacidad de evitar preocuparme por ellos que he podido experimentar es estar muerto, y a día de hoy no me apetece repetirlo. No luchar por nada, no tener miedo a nada, no sufrir por nada, es lo mismo que no estar vivo.
miércoles, 17 de noviembre de 2004
¿DUDAR?
La duda, por encima de ser algo natural para todos, es una capacidad humana a la que hay que permanecer ajeno la mayor parte del tiempo posible. No confundir nunca la duda con la prudencia. Dudar de tus propias posibilidades no es lo mismo que controlar la euforia y lanzarse en algo superior a nuestras fuerzas. Porque ser prudente es simplemente no sobrevalorarse, pero tener dudas es desconocernos a nosotros mismos, y muchas veces dejar escapar posibilidades únicas. La duda produce miedo, tristeza, hambre, dolor, ... Así la inseguridad, la duda, es un predador muy adaptable y se amolda a cualquier persona para atacar. Puede atacar en cualquier campo: Dudar de nosotros mismos, dudar de las cosas que tenemos, dudar de nuestros amigos, etc. Cuando empezamos a dudar de aquellos a los que queremos ya se convierte en una situación demasiado peligrosa, ¿En qué otra cosa se puede confíar? Yo personalmente prefiero vivir el mal momento en el que con un golpe de sinceridad se me confiese que estaba equivocado en contar con alguien que tener que dudar de esa persona todo el resto de mi vida. Por eso, cuando alquien te pregunte "¿Me quieres?" Di la verdad, aunque la respuesta sea "No", porque contestar "No lo sé" es más nocivo de lo que te imaginas.
lunes, 15 de noviembre de 2004
BENDITO TIEMPO, MALDITO TIEMPO
Para mí es lo más mágico, mítico y místico. Si hay algo enigmático e incontrolable por encima de cualquier otra cosa, es el tiempo. Cronos debió de ser alguien con un carácter malhumorado y violento. Viendo a que se dedica hoy en día, es del todo verosímil que engullera una y otra vez a los propios hijos que él había procreado. El tiempo que constantemente nos falta, es el mismo que muchas otras veces se nos hace eterno y pesado. Es exactamente similar la mecánica la que hace que el tiempo que es salvador no deje de ser un terrible asesino. Sin el transcurso del tiempo el vivir resultaría algo lastimosamente anodino y carente de sentido, que acabaría con todos. Pero es también ese transcurso del tiempo el que hace que nuestros días se vayan extinguiendo poco a poco, hasta que la muerte llame a nuestra puerta. No tiene amigos ni enemigos, siempre actúa celosamente sin excepciones con cada uno de nosotros. El tiempo hace que los niños se conviertan en hombres de la misma manera que puede hacer que grandes héroes terminen siendo sombras penosas y vergonzosas de lo que antaño fueron. Tiene la capacidad de transformar el día en la noche, la noche en el día y lo que es peor el futuro en el pasado.
miércoles, 10 de noviembre de 2004
La Despedida
..."Ya no hay nada que hacer" susurró el doctor casi pidiendo perdón. Después de todo lo que había imaginado junto a ella, era tiempo de cambiar de planes. Desde el rincón más macabro de su mente alcanzó a pensar que las personas en cierta manera somos una especie de mercancía; igual que un día aparecemos alguna vez nos tenemos que marchar. Pero al instante se dio cuenta de que la mercancía que estaba cerca de desaparecer de su vida no iba a ser capaz de reemplazarla jamás. En ese momento no le hubiera importado negociar con su propia vida en favor de la de ella, pero... ¿A dónde debía de dirigirse a hacerlo? ¿Qué podía hacer él? Se descubrió como un completo inútil, y tuvo que ver como tomaban posesión de él la rabia y desesperación de la impotencia, algo muy duro, quizás lo peor que puede sentir alguien. Aunque no le quedaban muchas fuerzas más que las que a su princesa le eran insuficientes para seguir, advirtió que sus dientes se apretaban tan violentamente como nunca antes. De alguna manera la envidiaba, ella ya no era testigo de ese momento, no tenía que afrontar el adiós. Él nunca paraba de quejarse que no tenía jamás nada, pero es ahora cuando iba a saber lo que eso significaba; ahora tendría que empezar otra vez pero sin nada y sin ella. A veces no quería dejar de mirarla y aprovechar sus últimos minutos de luz y enseguida no se sentía capaz de hacerlo. Miró sus preciosos ojos azules, que aunque estaban abiertos ya no veían nada, y los encontró inundados en lágrimas, a punto de desbordarse. Y volvió a sentir envidia, él había descubierto que ya no podía llorar ni aunque quisiera. Pero al menos, esos ojos dulces le invitaron a soñar que ella también se estaba despidiendo...
viernes, 5 de noviembre de 2004
EL SACO QUE NUNCA SE LLENA
Hay días, o más bien noches diría yo, en las que me fabrico mis propios quebraderos de cabeza intentando adivinar en qué sería mejor mi vida si hubiera sido capaz de identificar mis metedura de pata antes de cometerlas. Como a todos, a mí también me gusta la idea de evitar el trago amargo de saberme un fracasado y hacer frente al ridículo del error, incluso a veces a la necesidad de pedir perdón. No es que viva en un escenario acreedor de arrepentimientos contínuos por cada uno de los actos que cometo. Pero ¿Para qué engañarnos? Sin excepción, todos los detalles desarrollados en mi historia son mejorables siempre aunque sólo sea en un minúsculo modo. Al fin y al cabo aunque me dieran todas las oportunidades posibles para reintentar y las instrucciones perfectas a seguir, nunca mis resultados sobrepasarán el límite de la esperanza. Puede ser que no merezca la pena preocuparse y lamentarse cuando las cosas no salen como quieres, ya que por muy exento de errores que hayas podido actuar, finalmente al mirar hacia atrás se te ocurrirá una forma de la que podrías haber mejorado lo que lograste. No podemos dejar de ser humanos, o sea: inconformistas, ambiciosos, soñadores y desagradecidos.
martes, 2 de noviembre de 2004
Te elijo a ti
Te elijo a ti,
Porque nadie me miró
como tú aquella noche.
Porque me has robado todo
y porque yo soy cómpice de ese robo.
y porque... ¡No sé por qué!
y porque sí.
Te elijo a ti.
(Feliz Cumpleaños!!!!)
Porque nadie me miró
como tú aquella noche.
Porque me has robado todo
y porque yo soy cómpice de ese robo.
y porque... ¡No sé por qué!
y porque sí.
Te elijo a ti.
(Feliz Cumpleaños!!!!)
lunes, 1 de noviembre de 2004
ENGAÑADOS POR CUALQUIERA
Cuando eres un chaval, siempre sueñas con ser alguien admirado y/o respetado. Pero una vez que han pasado los años y has dejado atrás la niñez, no es que uno haya cesado de desearlo, pero comienzas a ver las contraindicaciones, hasta que en puntuales momentos sí que puedes terminar incluso a plantearte a ti mismo si de verdad merece la pena el llegar a conseguirlo. ¿Para qué puedes desear una posición así? No estoy seguro de que la terapia constructiva que puede resultar esto para nuestra autoestima pueda equilibrar la responsabilidad que nos lleva a ser tan determinantes, la mayoría de las veces no positivamente, para aquellos fácilmente influenciables que nos rodean y que puedan llegar a admirarnos y dejarse moldear por nuestros actos al habernos determinado ellos como modelos recomendables a seguir o a obedecer. A mí personalmente me satisface el sentirme útil para los demás, pero de lo que hablo se trata mucho más que de ser útil. Se trata de llevar el peso de los errores que yo pueda cometer y cuyas repercusiones negativas no sólo yo voy a afrontar. Es como apostar el dinero que no es mío, o arriesgar vidas ajenas. La fama es algo muy destructivo en manos de alguien no apto para ella. Las personas hacemos dioses nuevos con una facilidad peligrosa, dioses por los que nos dejamos aconsejar, enamorar, destrozar...
lunes, 25 de octubre de 2004
APRENDIENDO A ESCRIBIR
Pienso en si resultaría atractivo lo que escribo, aunque sólo fuera en un aspecto remoto, si lo hiciera de una manera más personal y concreta basada en mí mismo y en situaciones narradas de una forma menos misteriosa y no en parábolas o en metáforas que muy pocos pueden acercarse a resolver o comprender. Durante mucho tiempo me he dedicado a leer lo que algunos escribían alegremente expresando lo que veían o sentían, algunos de forma lamentable otros de forma magistral. Exteriorizar escribiendo sucesos y sentimientos profundos propios es algo que todo el mundo pretende dominar. A mí también me gustaría hacer de estas líneas no una idea independiente flotando en el aire, sino un pequeño diario lleno de secretos inconfesables y de logros infravalorados por el resto del planeta. Pero... ¿Para qué engañarnos? Cuando alguien escribe sobre uno mismo añade muchos más adornos de los que cabe imaginar y mantiene ocultos, enterrados en el silencio, bastantes detalles desfavorecedores. No se trata de poner en duda ahora la credibilidad de todos los escritores de todos los tiempos, más bien intento decir que cuando consiste en abrir el alma y decirlo todo, absolutamente todo, siempre nos puede el idealismo y la vergüenza, por muy íntegros que seamos. A mi parecer no es interesante una autobiografía, si acaso sólo para conocer como le hubiera gustado ser o actuar al escritor, pero nunca para averiguar como se desarrollaron exactamente los hechos y sentimientos. En ese tipo de historias, lo firmado como hechos reales están cargados de fantasía de ensueño en una dósis que el autor exclusivamente conoce. Por eso, si alguna vez en mi vida yo pudiera lograr algo que llegara a merecer ser recordado, pido a Dios que por favor alguien lo relate por mí.
martes, 19 de octubre de 2004
NOS SOBRAN TEÓLOGOS
No puedo evitar de ninguna manera que me embargue la curiosidad al escuchar sobre la actitud mantenida por los ermitaños que les hace creerse solucionadores de las carencias que nuestra sociedad a día de hoy desborda. Me gustaría poder acceder al secreto que hace que alguien en un estado de clausura máximo participe mínimamente en la regeneración de nuestras lacras comunitarias. Ya me valdría si me pudieran demostrar que son capaces de influenciar, aunque fuera negativamente, desde su místico escondite. Pero ellos se mantienen en la sombra actuando de manera que hace pensar a todos los que están a su alrededor que la solución que ellos aportan es la más factible o la única viable. No dudo de que la mentalización o equilibrio espiritual tengan un papel importante a la hora de comenzar a cambiar un mundo en el que no faltan aspectos que mejorar. Pero tal vez no sea la herramienta más práctica a la que tenemos acceso. Además confío en que el poder mantener a un buen nivel esos aspectos místicos no es de ninguna manera incompatible con arrimar el hombro y partirse alguna uña en asignaturas más materiales. A la hora de la verdad no me parece de mayor relevancia el que medita u ora en favor de que se encienda una luz, que el que se pasa para apretar el interruptor.
jueves, 14 de octubre de 2004
GUERRA
¿Dónde termina una guerra? Deja de pensar, ya te lo digo yo, en la muerte, en la muerte de alguien. No estoy hablando de un individuo concreto, que sí que suelen perecer a montones en la disputa, sino de uno de los bandos. No existen guerras con empate y si tú puedes decirme que una de ellas se finalizó en tablas yo no tendré más remedio que hacerte ver que esa guerra todavía no ha terminado. Cuando el vencedor está saboreando su victoria sigue preguntándose de qué manera podría señorearse todavía más sobre su víctima. Cuando el vencido está siendo consciente de su amarga derrota no deja de planear la manera de zafarse y dar la vuelta a la tortilla, (bastante digna posición). De forma que a la vez que uno conspira para cambiar su situación el otro maquina la manera de aumentar el escarnio. Cuando la guerra se hace un sitio entre dos bandos, no desaparece sin desembocar en la muerte. Alguno al leer esto pensará en Napoleon o en Rommel, no hace falta ir tan allá. Hay muchas más guerras que las de los generales y hay muchas más víctimas que las de las lápidas.
miércoles, 6 de octubre de 2004
EL HOMBRE MÁS FUERTE DEL MUNDO
Clint Eastwood no me convenció de verdad de que era un tipo duro hasta que vi "Los puentes de Madison" y no tras representar numerosas veces a policías y pistoleros sin escrúpulos. Hace unos días como contenido de un programa de televisión, que cuyo nombre ahora no acierto a recordar, pude ser testigo de una llamativa competición denominada "El hombre más fuerte del mundo". Nada más alejado de mi imagen de hombre fuerte. Desde la primera hasta la última de las pruebas me decepcionaron muy hondamente: Todas y cada una de ellas resultaron meros exámenes físicos tratando de medir la capacidad muscular de cada participante. Como si eso pudiera llegar a despertar algún tipo de interés a parte del morbo y la burda curiosidad animal. Levantar pesos, arrastrar cargas, mediciones de potencia física, no obstante ni una sola intención de calibrar el coraje o la capacidad de soportar verdaderos contratiempos. Algo así como si pretendieran declarar que Golliat superaría en fuerza a Gandhi... ¿En qué cabeza cabe tal idea? Yo no me he sentido más fuerte tras haber conseguido hacer el mayor número de flexiones que después de haber afrontado la muerte logrando esquivarla al menos por el momento. No sé yo la prioridad que puede tener el lanzar más lejos una piedra por encima de ser capaz de lidiar con el dolor o una díficil esperanza de futuro. Quizás un día me líe la manta a la cabeza y rete públicamente a ese "hombre más fuerte del mundo" con mis propias pruebas y... tal vez le derrote.
martes, 5 de octubre de 2004
PROBLEMAS
La plaza de aparcamiento destinada a la desgracia en nuestra existencia no tiene lugar o al menos así es como debemos mentalizarnos. De esta manera es interesante no sólamente negarle aquel derecho sino incluso prohibirle cualquier tipo de estacionamiento cerca nuestra. Porque si bien puede resultar por completo imposible evitar el que se cruce en nuestra senda algún contratiempo, está siempre en nuestra mano el restringirle la posibilidad de asentarse en nuestro entorno. Como reza un popular refrán español: "No hay mal que cien años dure", instalarse en la queja y la llantina no es otra cosa que ponerle sal a las anchoas, y lejos de ser una reparación desemboca en una una medida inútil. Todos nos hemos encontrado en algun momento en dicha posición, y yo, personalmente, no he podido encontrar una salida diferente a la de afrontar el problema tras reconocerlo, y que comprender que "Un problema que no tiene solución, no es un problema". En los casos restantes a este último todos sabemos que hasta el más duro y cruel invierno termina siempre capitulando ante la dulce primavera.
miércoles, 22 de septiembre de 2004
Pequeño ensayo sobre la ilusión.
A ella ya no le quedaban demasiadas inquietudes, se evaporaban ya las escasas aspiraciones restantes en su demacrada ilusión. Comenzó entonces a soñar en voz alta. Ahora él estaría enamorado de ella y no al contrario, no dejaba de ser sólamente una invención, pero tal vez eso sería por fin una aportación positiva a su maltrecho coranzoncito. Tras esa medida pudo apreciar que su manera de actuar era de repente alegre y vivaz. Atravesaba el mundo sembrando en cada rincón la idea de que era una mujer deseada y querida, de que le divertía poder, si lo deseara, jugar con los sentimientos de su particular Adonis. En ese estado notaba la admiración pública hacia ella, pero no dejaba de ser un sueño, algo que ella había diseñado en su mente y que, desgraciadamente ya había olvidado, no estaba al alcance de su mano realizar. Como el niño que ha falsificado sus notas del colegio para evitar el castigo paterno. Había colocado un "sobresaliente" en todas las casillas planificando que, quizás, a parte de librarse de su condena obtendría algún premio.
Pero aunque la ilusión puede quitar el hambre, nunca alimenta. De manera que todos "los castillos" que había construído en el aire alcanzaron inexorables su hora límite, la hora de chocar contra la realidad. Y en ese momento pudo ver que su estado no había mejorado en absoluto después de todo el tiempo viviendo en su pequeño universo artificial y ficticio, sino que más bien al contrario. Y se encontró tirada en la arena, mirando el sol, como algún condenado en una "milla verde" personal e intransferible, aguardando pacientemente, sin ninguna prisa, la única liberación posible del fatídico corredor. Así que decidió no soñar nunca más, limitarse a esperar aquello que no puede evitar y que sin duda llegaría... Hasta que llegó.
Pero aunque la ilusión puede quitar el hambre, nunca alimenta. De manera que todos "los castillos" que había construído en el aire alcanzaron inexorables su hora límite, la hora de chocar contra la realidad. Y en ese momento pudo ver que su estado no había mejorado en absoluto después de todo el tiempo viviendo en su pequeño universo artificial y ficticio, sino que más bien al contrario. Y se encontró tirada en la arena, mirando el sol, como algún condenado en una "milla verde" personal e intransferible, aguardando pacientemente, sin ninguna prisa, la única liberación posible del fatídico corredor. Así que decidió no soñar nunca más, limitarse a esperar aquello que no puede evitar y que sin duda llegaría... Hasta que llegó.
jueves, 16 de septiembre de 2004
POR LA ESPALDA
El golpe más doloroso y difícil de encajar no es el que haya sido impartido con mayor fuerza bruta o potencia, carece de importancia lo afilada que pudiera estar el arma homicida, ni si quiera el oficio o saña del agresor contienen la más mínima relevancia. Despues de vivirlo en primera persona me creo en situación favorable para poder aseverar que la peor herida es aquella que se sufre cuando ésta viene a uno estando desprevenido, la que de ninguna manera cabía esperar, la que llegó fuera de lugar. Sobre todo es aquella que te aporta esa persona que nunca hubieras llegado a pensar que lo hiciera, quien creías abocado a ser tu cómplice y protector pero que finalmente resultó un implacable verdugo. Esa, esa siempre se convierte en la peor llaga, porque con toda probabilidad será la que más tiempo demore en cicatrizar. Por eso digo que, si de verdad te apetece hacer daño a alguien, a nadie harás sufrir un dolor más profundo, miserable y devastador que a los que te quieren y confían en ti. Y puestos a hacer llorar a los que te rodean, recuerda: La mentira más dañina que una persona puede decir a otra es "te quiero" cuando no es cierto.
miércoles, 8 de septiembre de 2004
NO SE PUEDE SER ASCETA
Puedo parecer un loco sin sentido si declaro mi oculto deseo de exteriorizar al mundo mi vocación anacoreta. Poder levantarme a diario con la posibilidad de olvidar todo compromiso y atadura no corriendo riesgo alguno. Enfocar todo mi afán no a lo que se consume y desgasta, sino a aquello que de veras merece la pena; aunque ya me gustaría a mí saber que es lo que de verdad merece la pena. Quiero decir dejar de preocuparme por lo que a todos nos amarga siempre, y que finalmente encontramos que no se había hecho acreedor a tanta atención, dar un giro radical, lo que puede ser el sueño universal de todos, el sueño que nadie admite y por el que nadie lucha. No una vida en anarquía pero sí en armonía, en armonía con mis sueños y no con mis miedos. Una catarsis psíquica que me libere de mi condición acomodada, de manera que no sólo pueda vivir libre, pero también vivir feliz lejos del temor, justo lo contrario de lo que dictan los parametros generales de mi entorno. Me gustaría poder olvidarme de que hoy en día ya nada es gratis, de que a veces ya ni siquiera pelear es suficiente para salir adelante y que es obligatorio añadir una pequeña dosis de pillería para poder competir. En el mundo que hemos creado jugar limpio es una autopista hacia la derrota.
viernes, 3 de septiembre de 2004
EL JUGADOR II
(...Continuando)
Carezco de las condiciones básicas necesarias para poder hacer frente a esa sangrienta adicción a la lucha, Sin tener la menor importancia si se trata de una lucha justa o de si la batalla está ya perdida incluso antes de comenzar a dirimirla. Cuando uno comienza a participar en esa guerra, es como si encendiera un piloto automático maligno. Un piloto automático que no te permite de ninguna manera volver a tomar el mando hasta que no has llegado al destino, el cual la mayoría de las veces no es el lugar que habíamos planeado antes de perder el control. Somos testigos de primera fila de cómo nos convertimos en autores de salvajadas impropias de todo lo que habíamos construído antes. Lanzamos discursos ridículos y absurdos para no admitir que nos hemos confundido otra vez. Podemos llegar a abandonar a cualquiera, a la persona más importante del mundo para nosotros si es posible, si eso significa dar un paso atrás o aceptar cada uno de los errores que hemos cometido. Nuestra cabezonería es tal, que a veces seríamos capaces de volver a crucificar a Cristo para no tener que pedirle perdón por nuestros actos.
Carezco de las condiciones básicas necesarias para poder hacer frente a esa sangrienta adicción a la lucha, Sin tener la menor importancia si se trata de una lucha justa o de si la batalla está ya perdida incluso antes de comenzar a dirimirla. Cuando uno comienza a participar en esa guerra, es como si encendiera un piloto automático maligno. Un piloto automático que no te permite de ninguna manera volver a tomar el mando hasta que no has llegado al destino, el cual la mayoría de las veces no es el lugar que habíamos planeado antes de perder el control. Somos testigos de primera fila de cómo nos convertimos en autores de salvajadas impropias de todo lo que habíamos construído antes. Lanzamos discursos ridículos y absurdos para no admitir que nos hemos confundido otra vez. Podemos llegar a abandonar a cualquiera, a la persona más importante del mundo para nosotros si es posible, si eso significa dar un paso atrás o aceptar cada uno de los errores que hemos cometido. Nuestra cabezonería es tal, que a veces seríamos capaces de volver a crucificar a Cristo para no tener que pedirle perdón por nuestros actos.
domingo, 29 de agosto de 2004
SONRÍA POR FAVOR
Si dentro del ser humano colocó Dios alguna capacidad mágica con propiedades suficientes para hacer tambalearse los más profundos cimientos del universo, esa capacidad es la sonrisa. En incontables recuerdos se repiten en el tiempo las batallas que no pudieron conquistar los fuertes ante los de ánimo alegre y decidido. De lo místico y misterioso que puede contener ese gesto o actitud no puedo decir mucho, ni de su funcionamiento sólo sé que me he convertido en un mero espectador y testigo de sus sorprendentes resultados. Bien que me gustaría enfrentar a aquellos grandes héroes y suplicarles su escondida y secreta receta y aplicármela. Y es que aún en mi caminar no he acertado a convertirme en protagonista activo de esos goloriosos relatos, sólo que por ahora me sumerjo en los entrenamientos que se me antojan precisos para tal fin. Ocasiones de ponerlo en práctica por ahora no me faltan. Por eso que pienso que sonreír viene a ser un arma a menudo menospreciada, no importa si tu sonrisa es bonita o no, es el sentimiento general en todo tu ser que ese divino gesto aporta. "Por una mirada un mundo, por una sonrisa un cielo, ..." Declaraba Becquer en sus rimas, mendigando un guiño amable de su amada. Quién sabe si mejor le hubiera ido si se hubiera dedicado a regalar sonrisas en lugar de pedirlas.
sábado, 21 de agosto de 2004
Wendy Cooper (Nota Biográfica)
Sucede que Madrid no es el prototipo de ciudad ideal para estar enamorado. Al menos no es, como yo había soñado toda mi vida, el bosque repleto de frondosos robles y encinas ahogados por las más tiernas canciones de millares de aves variadas. No es la playa tropical desierta que en su arena contiene ocultos misteriosos tesoros, y que al amanecer permite soñar con delfines y sirenas. Madrid no se parece a la dulce Verona de Romeo y Julieta, ni a la majestuosa Troya de Helena y Paris, ni tan siquiera a la pequeña Tara de Atlanta cuando Scarlett y Rhet creían amarse.
Pero yo estoy en Madrid, secuestrado por algún incompresible embrujo o embrujado en algún extraño secuestro. No es fácil vivir enamorado aquí, mucho menos si tú no estás conmigo, si nunca vuelves, si no llega el milagro. Herido de muerte, en ocasiones me invento antídotos contra esta árida ciudad: Me siento a mirar su moribundo cielo, a veces huérfano de estrellas, a veces saturado de basura. Y pienso que estoy frente al mar, que puedo confundir el firmamento con el océano, que me lanzo y me sumerjo en él, y que allí te encuentro, todavía viva, en tu último aliento, que me da tiempo a arreglar lo que ya no tiene arreglo… Sueño que con el poco aire que me quede puedo soplar en tu boca y devolverte; Devolverte a mí, devolverte al mundo. Luego todo consiste en nadar juntos, en reír, en perder la percepción del tiempo y del espacio hundido en tus ojos, en contarte todo lo que ha pasado desde que te fuiste.
Al final me encuentro solo, mirando un cielo negro, tan negro que a veces da miedo, en una ciudad no recomendable para estar enamorado. Tratando de sonreír, que no es tan fácil como algunos creen, disimulando, vistiendo la cara de hombre duro olvidadizo. Al final siempre termino en Madrid, lejos del mar, lejos de ti.
Pero yo estoy en Madrid, secuestrado por algún incompresible embrujo o embrujado en algún extraño secuestro. No es fácil vivir enamorado aquí, mucho menos si tú no estás conmigo, si nunca vuelves, si no llega el milagro. Herido de muerte, en ocasiones me invento antídotos contra esta árida ciudad: Me siento a mirar su moribundo cielo, a veces huérfano de estrellas, a veces saturado de basura. Y pienso que estoy frente al mar, que puedo confundir el firmamento con el océano, que me lanzo y me sumerjo en él, y que allí te encuentro, todavía viva, en tu último aliento, que me da tiempo a arreglar lo que ya no tiene arreglo… Sueño que con el poco aire que me quede puedo soplar en tu boca y devolverte; Devolverte a mí, devolverte al mundo. Luego todo consiste en nadar juntos, en reír, en perder la percepción del tiempo y del espacio hundido en tus ojos, en contarte todo lo que ha pasado desde que te fuiste.
Al final me encuentro solo, mirando un cielo negro, tan negro que a veces da miedo, en una ciudad no recomendable para estar enamorado. Tratando de sonreír, que no es tan fácil como algunos creen, disimulando, vistiendo la cara de hombre duro olvidadizo. Al final siempre termino en Madrid, lejos del mar, lejos de ti.
sábado, 14 de agosto de 2004
EL JUGADOR
Me gustaría ser capaz de renunciar a mi competitividad cada vez que encontrara que esta pudiera llegar a tornar en algo peligroso o contraproducente. Pero resulta que la competitividad, o al menos que la que yo sufro a veces, pasa de ser un don a convertirse en un defecto devastador que difícilmente logro mantener bajo mi control o voluntad, y todo ello sin previo aviso. Nuestras ganas de ser el mejor terminan frecuentemente por convertirnos en esclavos suyos, llegándo no solo a hacernos renunciar a la humanidad y compasión, sino que también provoca que nos olvidemos de ser racionales, cayendo así en una vorágine de complicada solución. Es inexplicable, aunque vemos la trampa, caemos en ella, nos convertimos en robots y en esclavos de la competitividad sin darnos cuenta hasta que ya es demasiado tarde como para poder poner punto y final al embrollo. Una de mis afirmaciones preferidas de Ovidio dice: "Para ganar, el jugador no cesa nunca de perder". Me cuesta trabajo admitir mi estupidez, pero a veces es tan evidente...
jueves, 12 de agosto de 2004
UNA AMISTAD, UNA BOCA MÁS
A veces sucede que me gustaría conocer el verdadero límite ético en el que la identidad de alquien ha de someterse a concretas restricciones. No siempre uno puede hacer todo lo que quiere, o al menos eso me dice a mí mi propio sentido común. Muchas han sido las ocasiones en las que me he planteado el derecho de cada individuo a exigir de alguien determinadas caricias o gestos mínimos. Aunque comúnmente alzamos el listón por encima de lo que en realidad es acuánime, eso no evita que lo ordinario es encontrarnos con nada, con casi nada, o con respuestas carentes de la sensibilidad que la situación, y nuestro corazón requerían. Y es que el ser humano es una maquina que necesita renovar constantemente muchas de las sensaciones que son vitales para él, es una pena que además no sea una máquina consciente de la necesidad de la reciprocidad en esos actos para poder cumplir los objetivos. Nos gusta tanto pedir... Nos duele tanto regalar...
domingo, 8 de agosto de 2004
YIN-YANG
No es demasiado díficil comprender a veces el antiguo concepto asiático del equilibrio entre el bien y el mal.
Sólamente es necesario el haber sido el protagonista de la experiencia adecuada y no ser víctima en ese instante de alguna distracción maléfica que actúe de impedimento a la hora de reconocer la situación. Para que el bien pueda actuar es condición forzosa que algo trabaje en dirección opuesta contrarrestando el efecto de alguna manera. Algo que me ha hecho comprenderlo a lo largo de mi vida es la manera en la que para que algunos sean felices otros tengan que sufrir tristeza y abandono. Sin una cosa sería completamente utópico lo otro. Sin que unos mueran de hambre no puede ser que otros naden en la abundancia, cruel pero cierto. Si alguien encuentra a la pareja que ama, es porque algún otro u otra está llorando escondido en su habitación. Para que el fuego arda tiene que morir la madera, el mismo fuego que luego será apagado por el agua... no deja de ser un ciclo constante, que se entretiene en acabar con unos y otros de manera aleatoria y caprichosa.
Sólamente es necesario el haber sido el protagonista de la experiencia adecuada y no ser víctima en ese instante de alguna distracción maléfica que actúe de impedimento a la hora de reconocer la situación. Para que el bien pueda actuar es condición forzosa que algo trabaje en dirección opuesta contrarrestando el efecto de alguna manera. Algo que me ha hecho comprenderlo a lo largo de mi vida es la manera en la que para que algunos sean felices otros tengan que sufrir tristeza y abandono. Sin una cosa sería completamente utópico lo otro. Sin que unos mueran de hambre no puede ser que otros naden en la abundancia, cruel pero cierto. Si alguien encuentra a la pareja que ama, es porque algún otro u otra está llorando escondido en su habitación. Para que el fuego arda tiene que morir la madera, el mismo fuego que luego será apagado por el agua... no deja de ser un ciclo constante, que se entretiene en acabar con unos y otros de manera aleatoria y caprichosa.
sábado, 17 de julio de 2004
SIMPLEMENTE PRECEPTOS
Las acciones que lleves a cabo y tu manera de actuar, nunca serán apreciadas por tu cuidado y planificación a la hora de ejecutarlas. Sólo tendrán el valor que la casualidad o la implacable ley de la reacción en cadena, le regalen en su aletatoria misericordia. Algo que nunca nada ni nadie va a ser capaz de adelantar de una manera más o menos fiable. Son demasiados pormenores, a simple vista impercibibles, los partícipes en el desenlace final de la historia. ...Y el resultado se ha convertido en la única razón de ser para valorar cualquier cosa, sin pararnos a pensar en demasía en el proceso o condiciones específicas partículares. De esta manera, diferentes personas que actuaron de manera idéntica serán recordados algunos como grandes exponentes del coraje y la valentía... o como alocados faltos de paciencia; en el extremo opuesto, pusilánimes acobardados pueden llegar a ser para la eternidad los maestros de la estrategia con mayor admirable capacidad para soportar adversidades impasibles... No soy capaz de poder aceptar la manera en que un cúmulo de detalles pueden llegar a relegar a alguien o algo a la más cruenta vergüenza histórica.
lunes, 12 de julio de 2004
LA BELLEZA DE LA AGONÍA
Estás viendo las noticias y a veces no puedes evitar que tu espíritu se remueva dentro de ti mismo al ver las desgracias repartidas por el mundo de manera aleatoria. Algunos tienen que lidiar con pérdidas difíciles de valorar, con limitaciones que probablemente nunca pudieron llegar a merecer. En el interior de todos nosotros está el oscuro deseo de sufrir la injusticia, tal vez para luego sobreponerse a ella impactando a nuestros semejantes con una exhibición de coraje y fortaleza. Miramos con misericordia a aquellos que se ven atrapados en los problemas que nunca se ganaron, pero también con una oculta dósis de admiración desde nuestro subconsciente. Justo hasta el momento en el que ese extraño protagonismo acude a nosotros. Entonces es cuando realmente la ansiada prueba pierde su posible atractivo, cuando estamos inmersos en ella; de la misma manera que resulta repulsiva también la sensación de ser el blanco general de solidaridad gratuita. Yo, personalmente, a este suceso lo califico como el más claro exponente humano de "culo veo, culo quiero".
jueves, 8 de julio de 2004
COMBATE CUERPO A CUERPO
Hay ocasiones en las que perder, es ganar. No es nada fácil explicar el cómo o por qué de este absurdo. Las batallas más duras y las más complicadas son las que nos enfrentan con aquellos que jamás podríamos catalogar como enemigos, con aquellos por los que daríamos todo. En esos casos uno lucha con todas sus ganas, pero tambien con la tonta esperanza de ser derrotado. Entonces el dolor, que en ningún momento deja de ser cruel, contiene ocultas partículas de dulzor solamente apreciables por la víctima. Por eso, un final lento, pero sanguinario, es el que ambos bandos, sin anunciarlo, inconscientemente, han acordado de antemano. Si alguno de los dos levantara una bandera blanca, podrá ser definido como traidor porque negó a su adversario la dosis de sufrimiento de la que se habia hecho acreedor. En esas guerras perder es más honroso que ganar; morir en la refriega, el más noble título al que se puede aspirar.
miércoles, 23 de junio de 2004
¿QUÉ ES INDESTRUCTIBLE?
¿Quién podría imaginarse que se pudiera romper aquello tan precioso cuando por primera vez lo vimos en el escaparate? Todo parecía tan perfecto que de alguna manera alcanzó a tocar nuestra sensibilidad. En ese principio sólo cabía encontrar innumerables ventajas, un mundo de fantasía en el que encajaba perfectamente, estaba, por una vez y de repente, al alcance de la mano, la solución que tanto había perseguido ciegamente. Pero ahora de repente se había aparecido por arte de magia, sin perseguirlo, por casualidad, un regalo divino de ninguna manera merecido, algo más que sospechoso. No obstante el tiempo, inexorable, hace mella en el más resistente de los materiales. Ni la piedra, ni la fuerza, ni la esperanza, ni tan siquiera las promesas pueden evitar envejecer, caer degradadas por los años, desgastadas por el uso, obsoletas por el desuso. Todo lo que tienes, hagas o ames tiene que pasar entre las manos crueles del tiempo. ¿Puedes tú detener el tiempo?
viernes, 18 de junio de 2004
Tan Diferentes...
Perverso como Sodoma,
blanca como un cisne.
Transigente como en coma,
congelada como Disney.
Dudando como un moribundo,
complicada como la mente.
Colapsado como el mundo,
discreta como un suplente.
Cruel como la soledad,
cerrada como un zurdo.
Perdido como Gibraltar,
rebelde como un kurdo
blanca como un cisne.
Transigente como en coma,
congelada como Disney.
Dudando como un moribundo,
complicada como la mente.
Colapsado como el mundo,
discreta como un suplente.
Cruel como la soledad,
cerrada como un zurdo.
Perdido como Gibraltar,
rebelde como un kurdo
PEQUEÑOS UNIVERSOS
Algo que para tí sólamente es una piedra, tal vez para un geólogo simbolice pura poesía materializada. Es lo curioso y grandioso del universo, nos movemos rodeados de detalles tan ocultos y difíciles de apreciar que no cabe duda de que nunca agotaremos el conocimiento de todos sus pormenores, los que entrelazados hacen que funcione el mundo y cada pieza encaje en este mayúsculo puzzle. Una flor, una hormiga, una gota de agua,... aún quedan tantas cosas que desconocemos de ellas, cosas que tal vez a nosotros no nos digan nada, pero seguro que no faltará a quien fascine y trate de empaparse en su conocimiento. Por eso yo procuro ya no despreciar nunca ningun detalle, tal vez no pueda comprender la importancia en la mayoría de los casos pero soy consciente de que la tiene sin que yo pueda comprenderla. Existe un "pequeño universo" en cada milimetro cúbico del "Gran Universo".
lunes, 7 de junio de 2004
COSAS QUE NO SE ARREGLAN
Cuando lo que se ha perdido es irremplazable se convierte en un dilema el trato al culpable. Sin que exista una manera de que todo vuelva a ser como antes, es algo muy difícil aparcar el rencor y acceder a la compasión y humanidad que el sentido común nos exige como personas que somos. Pero, si ya no hay vuelta atrás, carecen de cualquier sentido todos esos castigos y duras medidas que anidan por sí solas entre el odio y la amargura por la ausencia que, ahora, se ha convertido en eterna. No existe un precio justo lo suficientemente elevado como para hacer pagar al que nos robó para siempre, el que perpetuó un hueco tan crónico como mayúsculo en nosotros, cualquier cosa que traiga será demasiado poco, pero también todos los castigos a los que le llegaramos a inducir resultarán completamente inútiles, tanto para pagar por su abominable delito, como para hacernos olvidar el dolor y apaciguar las llamas del rencor. Cada vez que quitas una vida, rompes una promesa o dañas un corazón enamorado, abres una brecha que ya nadie será capaz de restañar.
domingo, 6 de junio de 2004
LAS ALAS DE LA MARIPOSA
A tenor de las rebuscadas pruebas que diluvian en mi urbano habitat, pienso que la felicidad, en el poco probable caso de que pueda tomar forma, resulta ser el rara avis más preciosa, preciada. ¿Qué posibilidad hay de que si tomas un puñado de tierra del suelo al azar encuentres en él un diamante? Con todo yo puedo afirmar que es menor el porcentaje si piensas en el tiempo de felicidad vivida dentro de la duración que tu historia alcance a estirarse. Como con un cuentagotas, nuestra historia fue diseñada de manera que un instante de bienestar puede ser apreciado al máximo, en absoluto condenado al olvido con facilidad. Igual que todas las mariposas que en su cruel historia, tras una triste y monótona vida reciben sus hermosas alas para morir poco después sin apenas llegar a ser conscientes de lo maravilloso del milagro del que son protagonistas. De este mismo modo la felicidad nos roza para abandonarnos sin remordimientos instantaneamente dejando tras de sí el suspiro de la nostalgia por aquellos mágicos breves momentos perdidos.
lunes, 12 de abril de 2004
SOLUCIONES SENCILLAS
Estoy descubriendo ahora que tengo la fea, mejor dicho horrible, costumbre de utilizar mis apuntes para quejarme por todo. Llevo tiempo escribiendo y no recuerdo si acaso alguna vez me he dedicado a obsequiar con mi gratitud o admiración a alguien. He “evolucionado” de manera que he llegado a ser una máquina que no para de observar y analizar minuciosamente con el único objetivo de encontrar el punto débil a cada una de las ideas que otros han ido implantando mediante su “educación” en mí, aprovechando mi inocente niñez que, sin mis actuales capacidades de raciocinio, asintió a cada teoría obedientemente. A menudo no puedo encontrar nada para derruirlas, pero no me falta imaginación para reconsiderar todos los detalles hasta que una mínima duda que me haya quedado sea capaz de sujetar mi cruzada contra lo que me enseñaron. Yo personalmente no lo considero un defecto, si alguna vez puedo dar con una salida alternativa a problemas sin arreglo a día de hoy, si puedo demostrar que existen soluciones sencillas para este mundo complicado, podré considerarme mi mayor héroe.
No pretendo rehuir mi cómodo y estrecho anonimato, ni mucho menos, este es mi sitio, lo acato y me acomodo en él. Pero no podría encajar el haber descubierto la fórmula milagrosa y que se me negara el derecho de hacerla pública. No es la satisfacción de llegar a la meta lo que me mueve. Sólo pretendo que una vez inventado el producto, me sea permitido distribuirlo. Yo estoy donde quiero y probablemente donde merezco, pero mi idea mágica (si algún día surge) merecería ser plaga entre los desorientados y solitarios buscadores de su concreto antídoto. Una vez leí: “Nunca he aprendido algo de alguien que estuviera de acuerdo conmigo” Quizás ha calado mucho más adentro de lo necesario ese pensamiento en mí y eso es lo que condiciona mi actual personalidad. Tal vez eso ya era algo innato, un regalo de Dios impregnado en mis genes. Sea como fuere, tantas veces como yo lo crea necesario seguiré escribiendo en busca de la idea diferente capaz de demostrar cualquier solución viable a circunstancias irreversibles para la humanidad a día de hoy.
No pretendo rehuir mi cómodo y estrecho anonimato, ni mucho menos, este es mi sitio, lo acato y me acomodo en él. Pero no podría encajar el haber descubierto la fórmula milagrosa y que se me negara el derecho de hacerla pública. No es la satisfacción de llegar a la meta lo que me mueve. Sólo pretendo que una vez inventado el producto, me sea permitido distribuirlo. Yo estoy donde quiero y probablemente donde merezco, pero mi idea mágica (si algún día surge) merecería ser plaga entre los desorientados y solitarios buscadores de su concreto antídoto. Una vez leí: “Nunca he aprendido algo de alguien que estuviera de acuerdo conmigo” Quizás ha calado mucho más adentro de lo necesario ese pensamiento en mí y eso es lo que condiciona mi actual personalidad. Tal vez eso ya era algo innato, un regalo de Dios impregnado en mis genes. Sea como fuere, tantas veces como yo lo crea necesario seguiré escribiendo en busca de la idea diferente capaz de demostrar cualquier solución viable a circunstancias irreversibles para la humanidad a día de hoy.
lunes, 8 de marzo de 2004
SIMBIOSIS
Un planeta lleno de personas, personas inquietas, independientes, hambrientas en distintos aspectos, incompletas en todos los aspectos. Todos corriendo en la totalidad de las direcciones posibles buscando algo, ellos creen que buscando cada cual una cosa diferente, en realidad persiguen exactamente lo mismo. Diversos carácteres formando una estampida omnidireccional teniendo absolutamente todos ellos un destino en común en sus mentes. Parecen millones de objetivos, no pueden existir tantas metas, es un espejismo. Después de pensarlo con calma, verás que en la vida no hay tantas cosas codiciables, a la hora de la verdad, el no encontrarte solo, bien podría ser suficiente para cualquiera. Si uno se detiene a observar, cada individuo es un mendigo de amistad y de cariño, no importa lo mucho que trate de disimular. Este mundo es un gran orfanato en el que, potencialmente, todos somos internos y todos tenemos la posibilidad de adoptar a alguien.
jueves, 26 de febrero de 2004
NO VINO EL BUEN SAMARITANO
Nadie está dispuesto a esperar, sólo con la idea de que te toca quedarte quieto, parado para que los demás puedan estar a tu altura suele darle risa a la gente. Cuando las personas inician una carrera siempre piensan en singular. Es como compartir cuando has logrado amasar un apetecible botín, no se lleva, no es algo que estemos acostumbrados a contemplar. Pero es curioso que en las horas de agonía, de ocaso, de derrumbe... cada cual permanece atento para alcanzar a ver la mano misericordiosa que inexplicablemente y de una forma no altruista, proporciona el bálsamo salvador y solucionador del mal. A veces sucede que esa persona aparece, tengo que confesar que nunca fui yo esa persona y no sé si conozco a alguien que haya encarnado ese papel. Qué triste que en el planeta, sin embargo, la cantidad de sanadores y la de moribundos sea tan desigual... Si alguien decidiera alguna vez derramar generosidad con un necesitado le será fácil encontrarlo. Pero, en el otro extremo, muchos son los necesitados que tuvieron que partir sin su oportunidad de restauración. Nadie quiere esperar pero todos soñamos que lo hagan por nosotros.
jueves, 19 de febrero de 2004
Dijiste que venías a verme...
"Dijiste que venías a verme ... pero no me miras,
que querías animarme ... y no me hablas,
tal vez sólo viniste para que yo hoy pueda verte,
para que fuera yo quien me animara a mí mismo,
y sin que tengas que prometerme una posibilidad
yo pueda seguir soñando que aún puedo amarte..."
que querías animarme ... y no me hablas,
tal vez sólo viniste para que yo hoy pueda verte,
para que fuera yo quien me animara a mí mismo,
y sin que tengas que prometerme una posibilidad
yo pueda seguir soñando que aún puedo amarte..."
martes, 3 de febrero de 2004
ALGO QUE APRENDER
Muchos días nos aplasta la agobiante sensación de que nuestro universo íntimo es demasiado limitado como para poder saciar nuestra infinita capacidad de descubrir. Parece que todo es aburrido, que hemos sido eficientes a la hora de asumir la información total referente a todo lo que nos rodea, que ha llegado la hora de abandonar nuestro ámbito de influencia cambiándolo inminentemente para evitar asfixiarnos en él. Me alberga la duda de saber si realmente sobreestimamos nuestros conocimientos o solamente se trata de falta de percepción. Cualquier día que tengas tiempo párate a observar cualquier cosa detenidamente, incluso tu propia mano si quieres. Analizando de forma lenta y correcta podrás darte cuenta de que aún te quedan millones de cosas que aprender hasta de tu propia mano que nunca antes habías apreciado. No necesitamos patear el universo para aprender, hay muchas cosas a tu alrededor para conocer con mayor intensidad, cosas que tal vez nunca te paraste a mirar. ¿Quieres ver el mundo? El mundo está debajo de tus pies.
jueves, 29 de enero de 2004
HISTORIA UNIVERSAL
...Y ahora es cuando me pregunto: ¿Qué pasa con todo el sufrimiento que resultó en vano? Si te paras a recordar, por ejemplo, a aquellos que entregaron su vida defendiendo lo que sus corazones les decía que era merecedor del sacrificio, siempre uno termina rindiendo admiración y en cierto modo un poco de agradecimiento. Entregaron todo lo que tenían en defensa de su fe y eso les reportó un espacio eterno y especial entre los hombres. Pero la cuestión no es esa. ¿Qué ha pasado con los que lucharon con su vida y perdieron la batalla? Nadie se acuerda de aquel que trabajó con tanta entrega e ilusión como los vencedores, pero víctima de tal vez la casualidad, de contratiempos absurdos o incluso de sucias tretas, sucumbieron en el intercambio de golpes. Probablemente muchos de los ídolos de la moderna humanidad deben su gloria a trampas y engaños. Estoy seguro de que los cementerios están llenos de valientes anónimos mucho más dignos de nuestro respeto. Hoy me apetece rendirles homenaje a ellos, no me extrañaría que al cabo de los años termine yo engrosando su lista.
sábado, 17 de enero de 2004
VANOS RECUERDOS
Una vez cometí el tremendo error de subestimar el poder de los recuerdos, y sin saber si estos cuentan con los medios necesarios para herirme, muchas veces pienso que los más pesados y tristes se conjuran demasiadas tardes para vengarse del pobre imprudente que los ignoró cubierto de soberbia. Cada recuerdo, como una piedra en el zapato imposible de quitar, hace su hueco y se vuelve inamovible, con mayor peso cuanto menos agradables son, expectantes al instante de flaqueza, armados peligrosa y mortalmente, sin piedad alguna en el momento clave. Siempre nos quedará la oportunidad de contrarrestarlos con las fotografías y las cartas, la única manera de plasmar un minuto inovidablemente grato. Los recuerdos dulces se conservan muy amenudo en papel, los amargos son autosuficientes y se adaptan a cualquier medio para sobrevivir. A veces me pregunto si prefiero que la gente guarde de mí la imagen de alguien que les ayudó y fue amable, sé que pensarán en mí más veces si me porto de manera cruel y despiadada. No sé por qué la gente que quiero, con la que me esfuerzo en ser bueno, me entierran con tanta facilidad...
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