martes, 3 de febrero de 2004
ALGO QUE APRENDER
Muchos días nos aplasta la agobiante sensación de que nuestro universo íntimo es demasiado limitado como para poder saciar nuestra infinita capacidad de descubrir. Parece que todo es aburrido, que hemos sido eficientes a la hora de asumir la información total referente a todo lo que nos rodea, que ha llegado la hora de abandonar nuestro ámbito de influencia cambiándolo inminentemente para evitar asfixiarnos en él. Me alberga la duda de saber si realmente sobreestimamos nuestros conocimientos o solamente se trata de falta de percepción. Cualquier día que tengas tiempo párate a observar cualquier cosa detenidamente, incluso tu propia mano si quieres. Analizando de forma lenta y correcta podrás darte cuenta de que aún te quedan millones de cosas que aprender hasta de tu propia mano que nunca antes habías apreciado. No necesitamos patear el universo para aprender, hay muchas cosas a tu alrededor para conocer con mayor intensidad, cosas que tal vez nunca te paraste a mirar. ¿Quieres ver el mundo? El mundo está debajo de tus pies.