miércoles, 8 de septiembre de 2004
NO SE PUEDE SER ASCETA
Puedo parecer un loco sin sentido si declaro mi oculto deseo de exteriorizar al mundo mi vocación anacoreta. Poder levantarme a diario con la posibilidad de olvidar todo compromiso y atadura no corriendo riesgo alguno. Enfocar todo mi afán no a lo que se consume y desgasta, sino a aquello que de veras merece la pena; aunque ya me gustaría a mí saber que es lo que de verdad merece la pena. Quiero decir dejar de preocuparme por lo que a todos nos amarga siempre, y que finalmente encontramos que no se había hecho acreedor a tanta atención, dar un giro radical, lo que puede ser el sueño universal de todos, el sueño que nadie admite y por el que nadie lucha. No una vida en anarquía pero sí en armonía, en armonía con mis sueños y no con mis miedos. Una catarsis psíquica que me libere de mi condición acomodada, de manera que no sólo pueda vivir libre, pero también vivir feliz lejos del temor, justo lo contrario de lo que dictan los parametros generales de mi entorno. Me gustaría poder olvidarme de que hoy en día ya nada es gratis, de que a veces ya ni siquiera pelear es suficiente para salir adelante y que es obligatorio añadir una pequeña dosis de pillería para poder competir. En el mundo que hemos creado jugar limpio es una autopista hacia la derrota.
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1 comentario:
Juas, para una vez que alguien utiliza el espacio dedicado a comentar lo que escribo resulta que lo usa para no tener que mandar un mail... (Desesperación)
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