jueves, 28 de diciembre de 2006

UN HUECO EN LA ETERNIDAD

Me pregunto qué sucedería si fuera capaz por mí mismo de crear un producto propio, en exclusiva, que tuviera la virtud de no verse afectado por el tiempo. Algo que fuera agradable y bello al ser sometido a juicio bajo el criterio de cualquier ser vivo del universo. Si yo pudiera ser el padre de algo que nunca llegara a ser usado de manera maligna sino que más bien fuera constantemente reclamada por cualquiera para poder disfrutar de sus encantos cualesquiera que estos fueran. Una creación adaptable a las necesidades de cada uno y modificable para evitar el agravio a nadie. ¿Qué pasaría si yo lograra tan bella obra? Quizás sea justo pensar que al haber materializado algo de esa magnitud cada vez que ese producto o alguna parte de él esté presente en lugar cualquiera, allí también se podría asegurar que hay una parte mía, una parte del creador. Allá donde permanezca mi maravilla particular, en ese lugar, permaneceré yo. Imperturbable ante el tiempo o a todo lo que pueda terminar conmigo hoy en día, ya que di a luz algo tan indestructible como bello. Eso haría que yo pudiera estar siempre en cada lugar y en cada momento, o al menos en casi todos, lo más grande e inalcanzable que todos hemos llegado a codiciar jamás. Yo moriré, de eso no hay duda alguna, pero yo seguiría aquí, quizás para siempre. Probablemente ese producto por crear no está en mi mano, tal vez ni toda la humanidad confabulada para participar en ello se baste. Pero al menos vamos a procurar perfeccionar cada uno nuestra aportación a este mundo. Hay mucha gente que nos dejó hace bastante tiempo y cuyo legado permanece entre nosotros. Seguro que con el transcurso de los años irán desapareciendo tal y como lo han ido haciendo desde el principio de los tiempos grandes creadores que ahora con un extraño invento llamado "Arqueología" intentamos volver a conocer. Dejemos que nuestro regalo a los que nos suceden sea lo más grato posible y que dilate su existencia todo lo que su calidad le permita.

lunes, 11 de diciembre de 2006

Clown

No puedo comprender como a los pequeños hombrecitos tan risueños podía producirles esas incontenibles ganas de reír, sobre todo al valorar el que a mí me costara tanto trabajo contener las lágrimas cuando cruzaba su mirada con la mía. A ellos les parecía algo muy divertido su pelo alborotado de colores, sus grandes zapatones, aquel pantalón deformado y descolorido tan ancho, su extraña camisa, sus raídos tirantes y aquella manera tan peculiar de permanecer maquillado. Sí, podría ser gracioso, pero siempre que uno no se parara a pensar en que le acontecería al ocultarse el sol y abandonar el parque. ¿Le sería posible comer de una manera más o menos digna ese día? ¿Tendría un techo seco bajo el que poder cerrar los ojos tranquilo aquella misma noche? ¿Y cuándo fue la última vez que alguien le besó o le abrazó desbordando amor y cariño en el gesto? O peor aún, ¿Cuándo sería la próxima vez?
Yo ya llevaba más de quince minutos abstraído en su persona, casi me había olvidado de que sólo estaba allí de paso. Se acercó hasta situarse frente a mí y con un dulce y simpático movimiento me presentó su sombrero; mi reacción refleja fue llevarme la mano al bolsillo para depositar una moneda en él, pero no encontré ninguna.
-"Lo siento, no llevo nada" Quise excusarme. Él mantuvo su mirada en mis ojos un par de segundos como si esperara encontrar algo, pero pronto tuvo que desistir porque comprendió que si no abandonaba terminaría haciéndome llorar...

martes, 14 de noviembre de 2006

DIOS 100% NATURAL

Existe hoy en día una corriente muy común en nuestra sociedad que consiste en entender a la naturaleza como un ente con personalidad propia, con caracter y capacidad para decidir. Ha tomado tanta fuerza esta manera de pensar que hay ya quien incluso la entiende como una nueva religión o, por decirlo de otra manera, un objetivo de fe. El caso es que hemos llegado a un punto tal en que la gente da por seguro que si aceptas a la naturaleza como algo real, estás negando la existencia de alguna divinidad suprema, te estás declarando completamente anti-religioso y revolucionario. Parece que no declararse contrario a la idea de una naturaleza viva es aplicarle a ella directamente el papel de todopoderosa y dueña de todo. Tal vez esa manera de pensar sea coherente, pero no por eso otras posibilidades dejan de serlo. Yo prefiero pensar por mi parte que, siendo la naturaleza real y contanto con una personalidad propia, eso no hace inviable la existencia de Dios, no entrando por ahora a valorar de qué Dios pudiera tratarse. Quizás la naturaleza no sea, como muchos dan por seguro, la creadora de la vida, quizás la naturaleza sea en sí la vida. Que no seamos obra de la naturaleza, que formamos parte de ella. Al ser creada la vida, fue creada la naturaleza, ella no tiene capacidad para crear, pero reside en cada ser que nazca. Si aceptar la existencia de la vida no niega la existencia de Dios la naturaleza vino de la mano de Dios, no hay duda, son completamente compatibles.

jueves, 12 de octubre de 2006

AMICA VERITAS (Finalización)

Hoy en día hay muy pocas afirmaciones que se puedan catalogar como irrefutables; por eso resulta en demasía tan difícil evadir los miedos, en especial a la hora de afrontar temas tan desconocidos como la llegada de la muerte por citar el ejemplo más contundente. Cada foco de información relacionado con esta temática particular es atacado con fiereza de manera razonable por alguna pequeña duda humana. El cristianismo, el islam, el hunduísmo, el ateísmo y todas las ramificaciones de cada una de ellas, ninguna funciona sin una pizca de buena fe, aceptando ciegamente parte de sus fundamentos. El no tener la calidad de absoluta no le resta la identidad de "verdad". Incluso buceando en la historia antigua y analizando a los antiguos sabios que andaron obsesionados en la búsqueda de la verdad, en la que invertieron todos sus días (Aristóteles, Sócrates, Platón, ...), dejan muchas puertas abiertas para ser heridos contra sus afirmaciones. No se conoce a nadie todavía que haya logrado llegar a esa meta, hacer invulnerables sus ideas. Pero, de todas maneras, estoy seguro de que reside un pedacito, por muy diminuto que sea, de la "gran verdad completa" por separado en las diferentes creencias. La verdad y la religión en ocasiones se citan a escondidas para besarse.

martes, 10 de octubre de 2006

AMICA VERITAS (Continuación)

Probablemente un método fiable y coherente de intentar conocer la verdad en la manera más aproximada y total que sea posible es comenzar por observar aquellas cosas tan evidentes que no tienen necesidad de comprobación alguna; esas cosas que merecen el título de verdades absolutas, fundamentales. Son las que hacen referencia a cosas, sucesos o datos que se pueden aceptar sin la más mínima dósis de fe y que no admiten ningún tipo de duda. Basándonos en esas "verdades absolutas" podremos comenzar nuestra tentativa consistente en construir una teoría propia, individual, acerca de "la verdad completa" (Digo "teoría" para evitar hundirme en la presuntuosidad de creerme capaz de descifrarla). Deberíamos usar siempre las citadas "verdades absolutas" como pilares fundamentales de la verdad completa, lo triste es que éstas no son fáciles de encontrar. Es algo así como completar un Sudoku: Un dato indudable proporcionará otro dato de gran fiabilidad, y poco a poco, por el efecto dominó, misterios irán cayendo y el puzzle se verá completado. Mejor diríamos nuestra parte del puzzle, para no olvidar que sus dimensiones están tan fuera de nuestras posibilidades, incluso de nuestra imaginación, como las mismisimas dimensiones del universo.

miércoles, 4 de octubre de 2006

AMICA VERITAS (Gestación)

Somos conocedores, al menos parciales, de un cosmos repleto de datos cualitativos y cuantitativos; continente de un univero material, uno inmaterial y quién sabe cuantos más que ni siquiera podamos imaginar. Pues bien, reuniéndolo debidamente, ya que todo ello termina entrelazándose y encaja, seríamos testigos de, lo que yo mismo denomino, la verdad completa. Es la verdad que recoge todas las verdades que flotan entre nosotros, la verdad que da explicación a cuanto puedas encontrar. Partiendo desde la base de que debemos ser conscientes de nuestras limitaciones físicas que convierten en del todo utópico alcanzar la "verdad completa" entera. No obstante, quizás sí sus pilares fundamentales. Aquellos que para cada uno de nosotros se hayan ido ganando atención o preocupación, sin duda completamente distintos en cada individuo. La verdad completa es demasiado amplia, además, según van aconteciendo sucesos ( o sea, constantemente) va creciendo, casi de manera exponencial. Algo que ocurre hoy da lugar a otro montón de incidencias al instante, cada una de las cuales también desarrolla nuevos casos... Pero si tal vez fuéramos capaces de prestar más atención al contenido o funcionamiento de aquel "universo inmaterial", algo de gran importancia hayamos adquirido. Así pues, la "verdad completa" está formada por componentes de igual veracidad y variada trascendencia. Por lo que podemos aparcar un poco nuestra investigación por lo cuantitivo, millones de datos numéricos que construyen este "universo material", o mejor reducirla a lo estrictamente necesario; Redde Caesari... Porque hay una verdad en referencia a cada detalle del cosmos: Una en relación a las características físicas del cangrejo de río, y otra en referencia a todo lo relacionado con el alma; pero, para mí personalmente, carecen de la misma importancia.

sábado, 23 de septiembre de 2006

SUPONEMOS QUE AVANZANDO

La involución o la evolución, ¿Cuál de las dos ejerce un papel más importante en el universo en general? Es que si acatamos que el mundo en el cual vivimos es objeto de una constante evolución que lo conduce directamente a la perfección de manera lenta y segura, tal y como se nos ha enseñado a todos; No creo que nadie se encuentre en disposición para debatir que este mundo a la vez sufre un contínuo desgaste y erosión, que poco a poco va minando sus capacidades y virtudes; de manera que, algo así como envejecido va perdiendo fuerzas y movilidad. El mundo entonces, es capaz de perfeccionarse así mismo, va siendo cada vez mejor, pero no por eso consigue dejar de ser víctima del cruel paso del tiempo. Es ahí dónde nace la incógnita: ¿La capacidad del universo para evolucionar niega que sufra una involución? ¿La evidente involución de este mundo no hace posible que se desarrole una evolución? ¿Son ambas compatibles entre sí? ... O planteadas de otra manera: ¿Es nuestro mundo hoy mejor que el pasado? ¿Es peor? ¿El mundo ni mejorará ni empeorará para sorpresa de nosotros, sus habitantes? Ya sé, También reconozco que con preguntas que cada uno de nosotros afrontará de manera diferente; así sean nuestros criterios de juicio sobre todo lo que nos rodea. Pero no tanto así si planteáramos la misma cuestión sobre las personas entre las que vivimos. ¿Somos mejores o peores que los habitantes del planeta hace algunos siglos? Hemos cambiado bastante, hemos perdido muchas cualidades para adquirir así otras muy diferentes. Pero creo que todos tendríamos las misma triste respuesta a la incógnita. ¿Los hombres hemos experimentado una evolución o una involución?

miércoles, 20 de septiembre de 2006

ATRAPADO EN LA VIDA

Puedo, en ocasiones concretas, verme sorprendido por cómo algunas cosas completamente místicas que jamás pude imaginar, muchas veces se mueven y actúan generando desencadenantes de gran impacto, al menos a mi juicio. Una de las más curiosas, tremendas y a la vez majestuosas es la vida en sí. Que bajo ningún concepto se permite a ella misma su ausencia de cualquier situación a lo largo del tiempo infinito, por muy singular que el momento a sufrir sea, y mucho menos todavía el pasar inadvertida. Puede llegar a tomar el papel de circunstancia, o bien de madre misericordiosa o de un conjunto de reacciones y componentes químicos coordinados que ni la ciencia termina de aceptar e imitar. Sea como fuere, se hace presente sin cesar de una u otra manera. No tiene ningún reparo en llegar a absorber nuestra propia existencia como humanos que somos para que, habiendo nosotros entrado en ella, quede por completo latente su presencia insalvable (que ojalá continúe siéndolo a lo largo de los siglos en este mundo). Así pues, terminamos siendo unos meros operarios a su servicio, con la única misión absoluta de personificar a la vida como tal, demostrando su autoridad. Pero la vida se cansa del contenido de su armario y de sus abrigos. Parece un chiquillo que no es capaz de permanecer demasiado tiempo paralizado en un sitio. Es mucho más caprichosa a veces de lo que nos gustaría. Como una niña mimada, como Salomé, un día se levanta y nos sorprende. Lo peor es que no hay nada qué hacer contra ella. El día que la vida se va nadie conoce una manera de retenerla en el lugar que ha decidido abandonar.

domingo, 27 de agosto de 2006

VÍCTIMA DEL MAL AJENO

Siempre he sido espectador conforme de aquella típica frase que dice "ojos que no ven, corazón que no siente". Una afirmación que podemos aceptar sin reparos y que, por ahora,no estoy dispuesto a discutir. Incluso, de alguna manera, puede entenderse como adosada al mítico "cogito ergo sum". ...Pienso, existo. La consciencia me otorga la calidad de real. Pero...¿Y si no pienso?¿Qué pasa con todo lo que puede rodearme y que yo ignoro? Últimamente he recibido mucha enseñanza en referencia a la existencia. Me he sentado con gentes que no eran conscientes de la precariedad que encerraba su situación, pero a pesar de ello, sonreían. Se podía adivinar felicidad en el fondo de sus ojos. No saben que sufren, por eso no lloran. Nadie les ha dicho que hay mucho más a lo que pueden aspirar, que lo que tienen es poco, que yo mismo me siento incómodo al ser testigo de su calidad de vida. Para ellos es algo cotidiano el sentir el hambre hasta el dolor, el recibir la lluvia y el frío directamente sobre la piel, tal vez no tienen muy claro en qué consiste un verdadero abrazo de amor. Vivir como un perro para ellos es normal, para nada una humillación. Pero a pesar de todo, el que ignoren lo grave que es su estado de vida no significa nada. Para mí no es posible pasarla por alto sin sentirme afectado, es una necesidad casi tan importante y temeraria como mi falta de capacidad para remediarla.

sábado, 22 de julio de 2006

Adiós

Me tengo que ir, es mi destino.
Ojalá pudieras venir conmigo,
ojalá pudiera quedarme contigo,
ojalá el mundo fuera un pañuelo.

Sé que en realidad a tí te da igual,
ojalá sintieras lo yo siento,
ojalá supiera lo que tú sientes,
ojalá me equivoque, sí, ...Ojalá

viernes, 14 de julio de 2006

A MI ABSURDA GUERRA A LA MATEMÁTICA

La matemática a veces me enfada cuando noto que ella puede estar reñida con la filosofía o con cualquier reflexión que va más allá de lo puramente físico. La experiencia me muestra que si a cualquier pieza, la separas de otra pieza que la abraza, el resultado no es “uno”, tal vez ni siquiera sea “cero”, en mi caso concreto supe apreciar que lo que resta es un “menos uno”, un hueco, falta algo, ojalá fuera “cero” pienso muchas veces. De todas maneras, he defendido todo el tiempo hasta la saciedad que cuando efectúas una resta siempre obtendrás un número negativo. No importa si a “un millón” le restas “uno”, sólo vas a lograr un “menos uno”, cada vez que lo intentes vas a conseguir un espacio vacío. El vacío en realidad es mucho más importante que el espacio que por ahora está ocupado. De la misma manera, el intentar sumar mitades suele no llevar al número “uno”, en ocasiones tal vez lleve al “dos”. Puedes encontrar dos piezas, dos personas que se compenetran a la perfección, y si llegas a poder estimarlas en mitades, no debes darle más vueltas, pueden ser mitades, pero juntos no son “uno”, son “dos”; o en el peor de las situaciones serían un "cero", si es que resulta que las cosas que has sumado no funcionaban juntas. He visto por la vida demasiadas personas que para intentar construir una bicicleta reunían dos monociclos...

jueves, 29 de junio de 2006

QUERER, DEBER, PODER

Estamos con frecuencia inmersos en obligaciones, sueños, deberes, limitaciones, promesas, imposibles, ... En definitiva, hablo de las circunstancias acumuladas que dictan nuestro trayecto en la tierra. Porque es muy extraño que alguien pueda diseñar su vida y que esta se desarrolle a la perfeccion según el plan programado. Lo natural es que haya caído en el olvido algún detalle capaz de cambiar todo. Por eso siempre digo que cuando empiezas a trabajar en un proyecto hay que valorar tres aspectos importantes, para mí los principales: El primero es "Qué quieres hacer", en qué consiste exactamente lo que deseas ver, vivir o efectuar. El segundo es "Qué es lo que debes hacer", nunca deberías olvidar que nadie cuenta con libertad-impunidad completa; ni libertad legal, ni libertad moral, ni cualquier otro tipo de libertad que le acredite para hacer salvajadas; aunque cada vez la humanidad vaya poniendo más en tela de juicio eso. Y por último, el tercero es "Qué es lo que estás capacitado para hacer", qué cosas están en tu mano y no son demasiado difíciles, caras, o duras. Algunas personas recurren más a uno de esos planteamientos, otras personas utilizan en demasía otro. El uso de esos tres aspectos son diferentes en cada persona, no creo que existan dos que puedan coincidir por completo en ello, de ahí que podamos ser únicos cada uno. El querer, el deber o el poder, ¿Cuál es el que rige tu vida?

jueves, 22 de junio de 2006

MENS SANA Vs CORPORE SANO

Aún recuerdo como funcionaba mi vida hace unos años, cuando las hormonas tenían la total hegemonía de mis actos. El tiempo ha pasado, y las cosas ya no son, ni de lejos, como antes. Entonces hubiera podido decir que yo sólo era un cuerpo con alma, aunque ésta no tuviera un papel demasiado preponderante en mi historia. Poco a poco, los años han hecho mella en mi cuerpo, y eso me ha obligado a aferrarme a mi otra única posesión legítima, a la que la vejez no puede estropear, mi alma. De repente me he convertido en un alma encerrada en un cuerpo. Mi alma rige mis actos, puedo ver como mi cuerpo se deteriora sin preocuparme, mi cuerpo ya no es importante, no me cuesta trabajo aceptar canas, arrugas o alguna enfermedad que me limite. He conseguido desarrollar el conformismo básico en una persona para vivir sin estar obsesionado. Sin abandonarme al porvenir como hubiera hecho el mismísimo Diógenes Cínico puedo reirme cada vez que encuentro que he envejecido un poquito o que el tiempo no puede regresar a darme nuevas oportunidades y es imposible que yo pueda volver a ser físicamente el mismo que cuando era un adolescente impulsivo. No sabría decir si prefiero la situación antigua a la actual, se supone que es ahora cuando tengo consciencia de lo agraciado que soy al valorar mi alma (¿Tengo algo que supere su valor?), probablemente no en su justa medida, pero desde luego de manera más ecuánime que cuando mi cuerpo era lo más importante. No me importa ver a mi físico perderse, sé que mi alma crece de manera inversamente proporcional.

jueves, 1 de junio de 2006

APRENDER A AMAR

Cuando algo desaparace es cuando uno se da cuenta de las verdaderas dimensiones que ocupaba. Uno se para frente al hueco que ahora ha quedado y observa que lo que antes parecía ornamental se ha convertido de repente en imprescindible. Algo que siempre ha tenido la etiqueta para nosotros de diminuto y recambiable, al ausentarse, descubrimos que nos ha legado un abismo en su lugar. Es que nos hemos acostumbrado a vivir de maravillas y de circunstancias de las que ahora no comprendemos su importancia ni en su mínima medida. No nos damos cuenta de lo que vale la libertad, la salud, la VIDA... y difícilmente vamos a conocer ese valor de la misma manera que han terminado conociéndolo aquellos que han llegado a echarlos en falta. A veces le retiramos el amor a nuestros padres o a algunos amigos, sin motivo, sólo porque nos hemos cansado, un día nos faltará alguno de ellos y lloraremos como si nunca nos hubiéramos olvidado de que son acreedores de todo el cariño que podamos alcanzar a generar. De repente entonces les amamos justo como se merecían, con todas nuestras fuerzas, pero solámente porque ya se han ido, porque cuando nos roban lo que queremos, algo activa en nosotros la capacidad de amarlo más, hasta límites que quizás no hubiéramos imaginado. Hay algunas cosas de las que, para estar realmente enamorado, tienes que perderlas al menos una vez.

lunes, 15 de mayo de 2006

Pena del muerto ( III )

...Si ahora se pudiera volver hacia atrás y corregir, todo sería diferente. ¿Quién iba a imaginar que aquella locura iba a terminar así? Nadie hubiera querido que esto sucediera. Miró su vestimenta naranja, le hizo gracia su apariencia, pero ni siquiera sonrió. Tenía miedo de que el alguacil entrara a por él para que diera su último paseo, pero al mismo tiempo deseaba que sucediera de una vez. Los minutos goteaban lentamente, del modo más doloroso que se puede imaginar.
Llegó el momento, bien custodiado cruzó la puerta, y observó durante un segundo su próximo asiento, el asiento final. Tomó su lugar y evitó cruzar la mirada con nadie, era consciente de que estaba en el sitio que merecía, se avergonzaba de lo que había hecho y estaba dispuesto a aceptar la sentencia que se le había asignado. Alguien leyó un escrito, probablemente en referencia a él mismo y lo que le acontecería de seguido, no importa, no le estaba prestando atención ninguna. Parecía que ya no estaba allí, no porque estuviera actuando con orgullo, más bien porque no era capaz de afrontar lo que tenía ante él. Sólo era un método de defensa. Por un segundo se paró a pensar si de verdad había sido él mismo el verdadero culpable del crimen, si no le habrían convencido de algo que no había hecho. Estaba asustado, quería que alguien le abrazara y le protegiera. Se había prometido que iba a hacer todo lo posible para evitarse una escena de lágrimas, pero se notaba demasiado en sus ojos que solamente era un hombre que quería llorar.

jueves, 11 de mayo de 2006

Muerte, sin pena ( II )

Por muy sensible que pueda llegar a ser una persona, el hábito puede terminar por neutralizar esa sensibilidad. Él se había dado cuenta hace mucho tiempo. Llevaba demasiadas ejecuciones a sus espaldas, ya no resultaban tan difíciles como al principio. Ahora solamente eran parte de su trabajo, al fin y al cabo alguien tenía que hacerlo, además teniendo en cuenta lo bien pagado que estaba el hecho y lo profesional que él era no tenía ningún problema en continuar con su tétrica misión. Hizo un repaso a su indumentaria, quería estar perfectamente elegante, para él era algo importante. Le gustaba su imagen de hombre frío y seguro de sí mismo, así que sonrió frente al espejo justo antes de hacer entrada en la sala. Se situó en el interior de la cabina esperando con paciencia y estilo al condenado. Llegó puntual. Sin prestarle demasiada atención le hizo tomar asiento y le ajustó las correas, muy mecánico, como un robot. Salió de la cabina esperando, de nuevo con paciencia, la orden de ejecución. Un gesto del alcaide con la mano le bastó, inmediatamente con un golpe seco activó el mecanismo. ahora sólo faltaban cinco minutos, lo sabía de memoría, cinco largos minutos manteniendo la compostura y nada más. Todo estaba en silencio. Él, junto a la cabina, estaba situado frente a los asistentes que miraban con curiosidad y odio. Ya quedaba poco para que se marcharan, así que para entretenerse empezó a pensar en la lasagna que luego le esperaba en casa...

miércoles, 10 de mayo de 2006

Pena de muerte ( I )

De alguna manera le odiaba. Ese miserable había terminado con la historia de amor más increible que ella hubiera podido protagonizar. A través del cristal miró a sus ojos, carentes de mensaje. Intentaba juzgarle, acusarle, hacerle daño, que se sintiera como basura. Pero ya nada le afectaba, le quedaba tan poco...! Quería ser cruel con el condenado, pero ella no era esa clase de persona y ahora le veía indefenso, temeroso y perdido. Ya no se parecía a aquel desalmado, ahora recordaba a un pobre niño abandonado. Ella quiso darle sentido a la situación y repasó mentalmente los hechos: Se estaba actuando con justicia, él no se merecía que le compadeciese. Ese criminal no presentó síntoma alguno de clemencia mientras que clavaba repetidamente el puñal en el hombre de su vida, el hombre que ya no volverá y que probablemente nadie podrá suplantar jamás. ¿Qué otra cosa merecía? Tiene que morir, así lo dice la ley; aunque no podía terminar de convencerse a sí misma. Agarró muy fuerte la mano de su madre, su querida mamá, como queriendo mostrar así que se sentía satisfecha con lo que estaba viendo. Su mamá sí que parecía disfrutar con el espectáculo. Así que procuro permanecer ausente para no emocionarse de manera demasiado obvia mientras que ese pobre infeliz se apagaba poco a poco, hasta que cerró los ojos. Entonces, sin esperar un segundo se levantó y salió de la sala. Así aparentaría que era lo único que quería ver, a él muerto. Justo mientras que atravesaba la puerta hizo un pequeño balance de lo que había cambiado ahora: Nada, nada se había solucionado con la ejecución.

viernes, 28 de abril de 2006

PERDÓN POR MIS ERRORES

No importan las circunstancias que rodeen nuestra situación actual, cada ser humano tiene en común el mismo verdugo: Sus errores. Condenamos y somos condenados recíprocamente en el mundo que habitamos, basándonos en exclusiva en las decisiones equivocadas que hayamos podido tomar. A menudo nuestros actos desembocan en sucesos que de ninguna manera hubiéramos llegado a imaginar, pero que, de los cuales, somos nosotros indiscutiblemente únicos responsables. Nuestra culpa, nos convertimos en críminales, muchas veces de forma involuntaria. No teníamos posibilidad alguna de preveer que todo desembocara en ese resultado nefasto, pero se trata de nuestra creación, nuestra obra. Y en consecuencia somos juzgados y castigados, por los que deseaban condenarnos, los que puedan amarnos y, no rara vez, por nosotros mismos. Nuestras equivocaciones nos pesan, nos duelen, nos matan... Se nos olvida que, sin dejar de evitar las malas decisiones, somos de naturaleza humana. Es importante aprender a encajar los errores, propios y ajenos; aprender a perdornar, a nuestros semejantes y a nosotros mismos; y a no colorear el mundo que nos ha tocado vivir apoyándonos en las cosas que han salido mal, porque tal vez no sean mayoría. Nadie es perfecto, creo que todos coincidimos en esa afirmación.

martes, 25 de abril de 2006

Me sobra Madrid

El día está nublado, preñado de tristeza,
el frío seco reina allá a dónde mires.
las calles, vacías, derrochan melancolía,
Madrid se parece demasiado a mi corazón.

Al segundo de marcharse ya sufrí los síntomas,
y hasta el día que me muera los tendré conmigo,
mi ciudad, como yo, la llora y la añora,
porque sabemos que no volverá enseguida.

No sé si te estoy esperando o ya he abandonado,
porque dicen que aunque vuelvas no será por causa mía.
pero mientras aprendo a vivir sin ti, que sepas
que Madrid es demasiado grande si tú no estás conmigo.

sábado, 22 de abril de 2006

MICROCOSMOS

Algo que me sorprende, para mal, en gran manera de las personas es la confección, posiblemente de una forma subconsciente, de algo parecido a microcosmos afectivos. Por esta vez, al referirnos a afectivo olvidemos el lado negativo humano haciendo así caso a lo que conocemos como cariño. Desde ahí llegaremos a darnos cuenta de que podemos ser capaces de emitir sentimientos bonitos por cualquiera, aunque esté lejos, aunque sean hacia alguien con quien sólo nos hemos cruzado una vez, aunque sean por alguien que nos odia con rabia. Soñamos con que el efecto acción-reacción funciona en el mundo de los sentimientos. Queremos amor y confíamos en que ese amor nuestro será correspondido en similar medida y justicia. Cuando no es así nos sentimos víctimas de un robo, de un crimen. Nuestro funcionamiento da por hecho inocentemente que el recibir cariño está incluído en el paquete de amar, pero ¿en el caso contrario? Sólo nos planteamos el ser destinatarios de afecto cuando el emisario es alguien que de alguna manera recibe alguno nuestro. Si no es así tenemos coartada pública para catalogar a aquel con sentimientos hacia nosotros como una molestia, un inoportuno. Nuestro microcosmos afectivo tiene una misión de captación, no está programado para ser captado.

lunes, 17 de abril de 2006

METÁFORA

Veo una botella tumbada, con el tapón mal enroscado y me veo reflejado en ella. Es siempre la misma botella, parece increible, pero en ningún momento es sustituida por otra, ni ella ni su contenido. Pero a veces es tan dulce beber de su goteo... y en otras ocasiones resulta tan amarga... Algo parecido a lo que nos sucede con su caprichosa posología: Puede ser muy lenta a nuestro parecer y de repente resultarnos asquerosamente veloz, tanto que nos impide degustarla. De todas maneras, lenta o rápida, siempre, a la hora del inventario, nos damos cuenta de que la botella está mucho más vacía de lo que habíamos calculado que debería. Y empezamos a preguntarnos cómo se fue todo lo que se supone que hemos consumido ya, tal vez esas gotas cayeron al suelo, no supimos aprovecharlas, y ahora quisiéramos paladearlas sin prisa, no importa lo muy desagradables que llegue a ser su sabor. Eso provoca ineludiblemente que en nuestro interior germine una diminuta semilla de desconfianza hacia las reglas que rigen el funcionamiento de dosificación de la botella. Quizás no sean justas esas reglas, o también puede ser que quien tenga el poder suficiente para ello nos esté haciendo trampas y no nos hayamos percatado hasta ese momento de que deberíamos tener el derecho a pausar la botella, evitar el continuo flujo ante el cual nosotros no podemos hacer nada. Sólo mirarlo, analizarlo, sufrirlo; y mientras ...sigue goteando.

jueves, 16 de marzo de 2006

EDELWEISS

Sólo se trata de una florecilla sencilla, muy básica y simple, no demasiado espectacular pero que se ha ganado su popularidad a base de no amilanarse ante ninguna situación que enfrente. Eso es precisamente lo que la caracteriza, cuando otras invierten todas sus fuerzas en desplegar una belleza e imagen majestuosa, ella centra todos sus esfuerzos en su adapatabilidad. Así se convierte un poco en una flor-Panzer a la que resulta francamente difícil superar en resistencia, de manera que no sé si pudiera haber algún punto concreto del mapa en el que se pueda descartar su aparición. De tal magnitud resulta su arrojo y constancia que ha llegado a ser el símbolo de una nación al completo. En resumen, un edelweiss, lo que resulta es un perfecto ejemplo de lucha diaria y del ideal comportamiento de la vida frente las adversidades. Lo que a mí me parece que le aporta la importancia con la que cuenta es que es un todoterreno con posibilidades de subsistir venciendo amplias y diversas situaciones. Algo que, pienso yo, es fundamental en el ámbito en el que nos encontramos a día de hoy. Desde luego si yo fuera un edelweiss, probablemente tendría los mismos problemas que hoy saboreo, pero con toda seguridad no me asustarían tanto.

jueves, 9 de marzo de 2006

TRANSCENDENCIAS LIMITADAS

A base de saborearlo he dado por aprendido que el mundo funciona fundamentado en las circunstancias y las consecuencias, de una manera muy diferente a las fortunas o casualidades. Quiero decir que nunca podré defender que un espejo roto, un trébol de cuatro hojas ni algún gato negro cuenten con capacidad de enturbiar-mejorar el futuro de una persona. Se trata a mi parecer de uno de los actos más rirículos e irrisorios de la historia de la humanidad, el aparcar razonamientos y explicaciones científicas probadas para poder dar así sentido a maleficios. Me hacen mucha gracia, al mismo tiempo que en mi interior desencadenan lástima y preocupación, cuando los imagino desestimando el Paracetamol con la intención de así darle un valor lógico a las velas y los inciensarios. Por su puesto que no se trata de negar la existencia de un universo espiritual, algo que sin resultar completamente evidente, es difícil de enfocar tanto para afirmarlo como para desestimarlo. Pero yo creo que darle a ciertas cosas concretas capacidad o actividad espiritual roza la comicidad, con todo mi respeto. Todo tiene una transcendencia limitada, aunque la transcendencia de algunas cosas sea gigante deberíamos de dotarlas simplemente de esa, de la necesaria, sin más. El mismo Jesucristo afirmó en una ocasión: "Redde Caesari quae sunt Caesaris, et quae sunt Dei Deo"

lunes, 6 de marzo de 2006

INSERT COIN

Las personas suelen iniciar sus partidas con una ilusión tremendamente mayor en comparación a la que presentan cada mañana al despertarse y afrontar un nuevo día repleto de encuentros. En cierta manera se puede intrepretar no como una falta de ilusión, sino como un exceso de miedo al desenlace inexperado o no deseado. Ya que es del todo desaceptable el enfocarlo desde la perspectiva del volumen de ilusión y observar que no es comparable el relativo beneficio enfrentando una vida exitosa a la mejor de las partidas en las que alguien puede ser agraciado. En una partida es muy limitado el número y la clase de cosas que se pueden lograr y si también es cierto que en una partida hay aspectos concretos en los que uno jamás puede temerse perdedor, con los mejores premios a los que se puedan reunir siempre se permanecerá carente en aspectos imprescindibles para sobrevivir. Aspectos que es precisamente en la vida dónde deberá buscarlos. No me creo en situación de negar a nadie el derecho a tener miedo a vivir, pero sí que les doto de la obligación de aprender a compensar este con la ilusión recibida al nacer. Porque jugar a cualquier cosa es un poco vivir de mentira, vivir sin el riesgo de sufrir duramente pero sin la posibilidad de ganar las cosas importantes.

domingo, 29 de enero de 2006

AYUDA CELESTIAL

Tener la capacidad de conservar alguna esperanza en cualquier momento todos nosotros lo valoramos como una cualidad interesante. Y lo es, porque vivir desesperanzado sería una condena dolorosa y dura. Podemos vernos en el interior de un conflicto mortal e imposible de solucionar, y aunque tal vez no sirva para nada, algunos seremos capaces de pensar que se puede arreglar. ¿Eso reparará lo que se haya roto? Me abstengo de escribir mi pensamiento personal, para evitar críticas que probablemente me merezca. Pero en este mundo que transito he encontrado una palabra que me ayuda a encajar las situaciones difíciles que se cruzan en mi camino: Milagro. Los milagros pasan por las vidas de las personas, pero nadie sabe de acuerdo a qué criterio, simplemente llegan. Algunos, a los que se suele llamar supersticiosos, piensan que se consigue que sucedan realizando ciertos ritos y costumbres, tienen derecho a creerlo si quieren. El caso es que cuando todo está perdido se dejan caer y derriten la desilusión, que a veces permanece disimulada, en los que aparentemente van a perder pero que son salvados por quién sabe quién de manera inexplicable. Los milagros suelen llegar cuando nadie los espera, y cuando uno confía en que llegarán no es extraño que le defrauden.

lunes, 23 de enero de 2006

PERDER ALGUNA VEZ

Poco a poco hemos ido aprendiendo a perder según transcurrían los años. Cuando uno es un bebé no acepta ningún contratiempo y a pequeño que sea el problema que enfrenta, siempre toma como primer recurso llorar, esperando que los demás solucionen la situación, porque un bebé nunca está dispuesto a perder ni a sufrir. Ningún bebé se conforma, seguirá llorando hasta que todo se arregle. Con el tiempo cambiamos y cuando las cosas salen mal es más fácil que las aceptemos, quizás aprendemos a perder. Tiene peligro eso, porque puede que nos terminemos convirtiendo en unos perdedores profesionales, lo que no creo que sea recomendable. Aunque sí que nos va a venir bien conocer el sabor del fracaso y poder convivir con él sin hundirnos en la depresión. Todos nosotros en algún momento a lo largo de la vida vamos a perder cosas, probablemente cosas queridas, e incluso personas queridas. Por eso, cuando perdemos nos vamos edificando y evolucionamos un poco más como personas coherentes. O sea, que ese mal sabor nunca es del todo algo negativo, también tiene un propósito. Sea como fuere, una cosa que nunca debemos olvidar es que, si bien hay que estar siempre dispuestos a que se estropee todo, algo que no podemos aceptar perder es nuestra vida. Si se arruina cualquier cosa tenemos la opción de buscar algo que la sustituya o que sea aun mejor, pero si perdemos la vida no hay solución alternativa, lo habremos perdido todo, incluso la oportunidad de sobreponernos.

martes, 17 de enero de 2006

LA SONRISA DE KARENIN

Me gustaría poder estar más seguro en referencia al verdadero significado de mostrar excesivo aprecio por una mascota. Es algo muy impactante para mí el encontrarme con aquellas personas ariscas y extremadamente reservadas que, sin embargo, viven unidas de manera inseparable a un perrito, su mejor amigo. Se puede interpretar como una vida que ha saboreado la interrelación entre personas como algo falso y doloroso, estoy seguro de que todos en algún momento hemos llegado a pensar que es así. Que tal vez confiar en un perro es algo mucho más gratificante que hacerlo en alguna persona. Pero si uno quiere valorar la culpabilidad de la humanidad en una reacción personal, también tiene que pensar en a qué nivel está afectando esa supuesta víctima en su propio problema. Porque quizás no se trate de una sociedad que castiga a las personas, sino de algunas personas que no son capaces de intregrarse en la sociedad ideal, lo que desemboca en que ese ideal se vea afectado y deteriorado. Puede ser que alguien se aferre a su mascota porque no está al nivel mínimo de sociabilidad necesario para intregarse en su alrededor. Que haya secuestrado un ser vivo, supuestamente inferior, para obligarle a recibir e impartir la atención que entre personas no puede intercambiar su amo. No descarto que ambas teorías sean ciertas y esa actuación sea a consecuencia de sucesos muy diferentes entre cada individuo. Incluso se dará el caso en que el detonante del amor por una mascota sea una personalidad que contiene tanto amor, que necesite un destino extra para éste si no quiere desaprovecharlo. Lo curioso es que a veces despierta más ternura y compasión algun animalillo en peligro que hombres moribundos. Desconozco si se trata de falta de intregración social del afectado o si es a raíz de un ser humano desmerecedor de esa compasión.

miércoles, 4 de enero de 2006

CLAN DE LOS MENTIROSOS

Vivir entre mentiras, creyéndolas y sembrándolas es algo que ha dejado de provocar repugnancia entre las personas. Algunas personas ya demuestran indiferencia a ellas en forma de permisividad en contraposición a aquellos que las aborrecen aún hoy. Pero queda una tercera situación: Los que viven de la mentira. Todo su pasado, sus éxitos, sus relatos, sus cicatrices, sus amores, todo son mentiras inventadas en medida de la demanda de los espectadores que creen tener en su vida y que devoran ciegamente el producto. Yo llego a pensar que son un subconjunto cerrado en la humanidad, una especie de sociedad. Se dedican a consumir mentiras a cambio de que las suyas propias también sean aceptadas y puedan sentir que todo lo que han querido ser se convierta de alguna manera en su pasado. Pero no dejan de ser mentiras, una idea, un sueño. Quizás un sueño que no intentaron realizar con la suficiente fe o fuerza o quizás un sueño equivocado. Quizás los mentirosos sean unos cobardes que no son capaces de producir éxitos reales, tal vez los mentirosos son un conjunto de locos que se tienen que inventar el pasado porque las burradas que desean no pueden ser. En todo caso me alegro que se trate de una sociedad cerrada, me gustaría evitar mi coincidencia con cualquiera de ellos sea cual fuere la fórmula real de su composición. Ni los locos ni los cobardes son el tipo de personas con las que prefiero convivir, compartir mi vida. Soy muy duro con ellos y muy permisivo al mismo tiempo. No quiero mentirosos en mi vida, pero no les niego su derecho a mentirse entre ellos.