martes, 18 de noviembre de 2003

AMIGOS

Es importante no olvidar nunca el chaleco antibalas cuando uno va a salir del caparazón al mundo exterior. No existe un lugar en el que uno se pueda considerar totalmente a salvo, ni tampoco una persona a la que ofrecer nuestra espalda alegremente sin temor. Nos hemos armado de amigos para salir adelante, con la exígua esperanza de no quedarnos solos en el momento de más insufrible dolor. Es muy triste, sí, pero inevitable. No obstante no tomes medidas al respecto abandonando todas tus compañías y amistades para siempre. Solamente no bases toda tu fuerza y ganas de vivir en lo que los demás puedan ofrecerte. En muchas ocasiones verás que la realidad enseña que un amigo es, principalmente, un artilugio con el que tienes que aprender a perdonar si quieres conservarlo. Si de verdad deseas tener una buena relación con los que quieres, ámalos de manera que no puedan hacerte daño.