jueves, 9 de octubre de 2003
NADA MÁS QUE LETRAS
No sé si seguir escribiendo, no soy capaz de encontrar hoy sentido a lo que hago. Mirando atrás y siendo crítico desde la realidad, tal vez haya malgastado todo el tiempo que he dedicado a recopilar ideas anotándolas y haciéndolas públicas. Aunque hubiera escrito un millón de libros, me he dado cuenta de que no hubiera podido cambiar nada de lo que veo a mi alrededor. No es falta de capacidad o ineptitud en este arte, simplemente se trata de un hombre con un teclado contra un ejército de contratiempos e injusticias. Lo tengo díficil, lo sé. ...No sé si seguir escribiendo, ¿Qué puedo escribir para limar odios entre los que antes fueron amigos? ¿Qué texto va a reparar dolores internos en el corazón de los que sufren de manera, a día de hoy, crónica? Las palabras no son tan poderosas como me habían enseñado. Ni mediante mis actos tengo una posibilidad aceptable de solucionar algo de lo que me envuelve, mucho menos con letras, con pensamientos, con majaderías íntimas. Me paro a releer todo lo que escribí en un bobo intento de ser guía, medito, observo y llego a la conclusión: Es cierto todo lo que leo, pero ¿Qué han solucionado esas palabras? Hoy siento lo prescindible que realmente soy...