viernes, 10 de octubre de 2003

COLABORACIÓN ENTRE CIEGOS

Desde el otro lado de la línea imaginaria que separa los incontables universos personales se pueden ver muchas cosas que desde cerca no se aprecian con nitidez. Aunque a todos nos cuesta trabajo aceptarlo, el mejor compañero que un hombre puede tener es una crítica, incluso destructiva si se da el caso. Sucede que tratas de caminar obsesivamente con todo el esfuerzo que uno puede llegar a desarrollar pero no avanzas. Pones la vida en el intento y el fruto no brota en absoluto. De repente alguien se te acerca y te dice: "No puedes ir hacia adelante, estás contra un muro de hormigón". Te paras, examinas detenidamente y ves que es cierto, estabas tan cerca del muro que no lo veías. El empeño por conseguir resultados te llevó hasta allí y lo que parecía tu futuro era una calle sin salida. La crítica duele, pero es mucho más útil que la compasión que puedas recibir. Si no soy capaz de ver sino lo que sólo me gustaría encontrar, tendré que atender a los que minuciosamente observan mis actos. Seguramente ellos también contarán con numerosas grietas en sus planteamientos vitales, pero, sin duda, están mejor capacitados que yo para solventar mi situación como yo la suya.

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