sábado, 20 de agosto de 2005

BONITO

Hay muchas cosas que uno no puede tocar, que no es posible comprarlas ni tomarselas prestadas a nadie. Puede tratarse de un sentimiento, de una idea, de un concepto abstracto... de tantas y tantas cosas. Y esas cosas, que no se pueden tocar ni ver son las que en realidad mueven el universo hacia el bien o hacia el mal. Por eso precisamente, porque no se pueden ver, porque no tienen forma es dificil retratarlas o explicarlas gráficamente. Para mí, la mayúscula diferencia entre una gran obra de arte y un buen trabajo plástico se basa en las cosas que no se pueden ver, pero que se adivinan al presenciarlas. No representa lo mismo para mí un perfecto dibujo de una silla que "El Grito" de Munch. Ni una bien encuadrada fotografía de un edificio lo que "Muerte de un Soldado Republicano" de R. Capa. Ni un gracioso botijo me parecerá nunca al nivel de "El Laocoonte". Entonces, afirmo que, poder expresar esos sentimientos hacen que alguien se convierta en una persona especial, un artista. Porque además, esos sentimientos y cosas complicadas de plasmar ante los sentidos humanos, yo los considero también dueños de la belleza. Poseeyendo cada una de las musas la virtud de concedernos saborearla. Lo bello, en todos los aspectos, no únicamente en el arte, se reduce a lo que despierta en nosotros sensaciones agradables. Alegría, esperanza, bienestar, una sonrisa... La belleza no reside en lo azul, en lo rosa o en lo amarillo. No se encuentra encerrada en una "Ley de lo Hermoso". Es maleable a la demanda del espectador. No obedece a unos patrones tiranos invariables. Cada individuo valorará la belleza de cada cosa de forma diferente en dirección a su personalidad o necesidades y ojalá nunca se deje influenciar por los demás. La belleza ama la libertad, de ahí su pluralidad.

No hay comentarios: