martes, 5 de julio de 2005
AMA LO BELLO
Todo tiene un propósito según una antigua afirmación que nadie se atreve a debatir. Por eso algunos pobres depresivos se dedican diariamente en analizar cual puede llegar a ser lo que haría que merezca la pena abrir los ojos una mañana más. Algo que llegue a compensar cada revés que la misma vida ya le ha atribuído y que quizás no tenga posibilidad de esquivar. Me parece una actividad muy atractiva y edificante el saber que es lo que persigo y valorar su verdadero significado. Aquellos deprimidos de los que hablaba utilizan este recurso como excusa para no tener que abandonar, pero creo que también es imprescindible para afrontar la vida con agresividad, con ganas de éxito. Pero.. ¿Qué perseguir? Puede surgir el miedo a aspirar a algo demasiado grande y firmar un fracaso; o ser un timidato que derrocha sus medios y que nunca habrá podido disfrutar de lo que estaba capacitado para ganar. ¿Injusto? Quizás. Yo, por mi parte, siento que mi meta se ha estipulado en amar a aquello que sea bello. Nada más más simple ni más complejo, únicamente la belleza. Un ser bello, un sentimiento bello, una obra bella, una bella historia. No garantizo que esté ahí la justa medida de ambición para un hombre, por supuesto dudo que sea un propósito demasiado humilde. "Si quitáis de nuestro corazón el amor a lo bello, nos quitáis todo el encanto de vivir" Rousseau.
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2 comentarios:
No todo lo que es bello para ti, es bello para mi. Ama lo bello, pero, que es bello?
Me has incitado a hacerme a mí mismo esa pregunta. He tratado de contestar con un artículo, espero que sea suficiente
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