lunes, 22 de octubre de 2007
GANADORES
Perdedor o ganador son estereotipos implantados en nuestro universo humano actual, en los que se encasilla de manera predeterminada, siguiendo unos parámetros fijos, a todo el mundo en modo excluyente. Pero sin recordar que en realidad esos dos bandos son meros papeles en los que uno se puede encontrar en diferentes situaciones. Analizando a la totalidad de personas entre las que me he ido moviendo a lo largo de mi vida, creo no haber encontrado a nadie de quien decir que nunca haya besado la lona (Recurriendo a términos pugilísticos). Para mí, la gran diferencia entre unas personas y otras en los que a éxitos se refiere, se basa en la manera de saber afrontar una derrota, que, insisto, todos tenemos que saborear de una u otra manera a su debido tiempo. Es complicado encajar con caballerosidad y entereza un revés del destino, sea merecido o no, y, si fuera necesario, felicitar a aquel que nos superó. También es difícil el no acostumbrarse nunca a ganar, no caer en el hábito de la victoria y comprender cuando uno cambia su papel por el de perdedor que es porque ha dejado de ser acreedor del triunfo o simplemente porque el caprichoso destino se lo niega de la misma forma que tal vez antes se lo había regalado. Muy pocos pueden afirmar que cuentan con la infravalorada cualidad de saber decir adiós a los buenos tiempos; esos son los verdaderos ganadores
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
1 comentario:
Personalmente he aprendido mucho mas de las derrotas que de las victorias, siendo las primeras muy amargas y las segundas nunca suficientemente dulces.
Realmente me encantaria afrontar las derrotas como un verdadero caballero, como muy bien apuntas, de esta forma es como ganar siempre. Perder con elegancia es muchisimo mejor que ganar con vulgaridad.
Estoy muy de acuerdo con tu razonamiento y he de admitir que me encantaria encarnarlo.
Un abrazo desde Bilbao.
Publicar un comentario