jueves, 16 de marzo de 2006
EDELWEISS
Sólo se trata de una florecilla sencilla, muy básica y simple, no demasiado espectacular pero que se ha ganado su popularidad a base de no amilanarse ante ninguna situación que enfrente. Eso es precisamente lo que la caracteriza, cuando otras invierten todas sus fuerzas en desplegar una belleza e imagen majestuosa, ella centra todos sus esfuerzos en su adapatabilidad. Así se convierte un poco en una flor-Panzer a la que resulta francamente difícil superar en resistencia, de manera que no sé si pudiera haber algún punto concreto del mapa en el que se pueda descartar su aparición. De tal magnitud resulta su arrojo y constancia que ha llegado a ser el símbolo de una nación al completo. En resumen, un edelweiss, lo que resulta es un perfecto ejemplo de lucha diaria y del ideal comportamiento de la vida frente las adversidades. Lo que a mí me parece que le aporta la importancia con la que cuenta es que es un todoterreno con posibilidades de subsistir venciendo amplias y diversas situaciones. Algo que, pienso yo, es fundamental en el ámbito en el que nos encontramos a día de hoy. Desde luego si yo fuera un edelweiss, probablemente tendría los mismos problemas que hoy saboreo, pero con toda seguridad no me asustarían tanto.
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7 comentarios:
y a los que nos gustan las margaritas donde nos deja todo esto??:s
Probablemente en San Sebastian. Juas. ...Todo consiste en no centrarse tanto en la estética y valorar un poquito más algunos aspectos que constantemente olvidamos que son muy importantes y que muchos de los que nos rodean tienen aunque no somos capaces de darnos cuenta.
tu no sabes las historia de las margaritas, verdad???:P
a veces la estética es lo más valioso e importante que tenemos.
Creo que me estas hablando de casos muy tristes
bueno, creo k nosotros los humanos, nuestra mallor fotaleza natural, no está en el aapeto ni en la fortaleza, sino en nuestra mente, hay cosas naturales que nos ganan en belleza, y en fortalez muchas otras.
pero en cuanto a nuestra mente no nos gana ninguna, y eso desarrolla una belleza y una fuerza que otros seres vivos no pueden.
Dan, magistral sentencia.
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