martes, 11 de octubre de 2005
DULCE TIRANÍA DE LA VERDAD
Hoy me había parado a intentar contabilizar por un instante las diversas opiniones que transitan por el mundo en un tema tan pesado como la muerte. Me he dado cuenta de que la variedad es grande y de que en ocasiones la cantidad de ideas no es lo más sorprendente, sino el contenido de algunas. Como lo que no deseo es polemizar, al menos en esta materia tan espinosa, no haré referencias nominativas a ninguna creencia mística concreta, ni para promoverla, ni para criticarla. Por ello comento que me refiero a las corrientes religiosas como el medio más evidente, pero es algo que sucede en cada oportunidad que el hombre tiene de opinar. Me permito afirmar que este suceso es secuela directa del hábito humano que consiste en modificar nuestra interpretaciòn de la verdad a las necesidades que nos acechan. Lo malo es que la verdad es maciza e infranqueable: nunca se va a adaptar a nada ni a nadie. Más bien al contrario, la verdad duele. Eso nos hace temerarios al tratar comercializar "nuestras nuevas verdades" cuando probablemente la auténtica verdad ya nos haya sido presentada y tal vez no nos haya entusiasmado. El ansia de presentar novedades no es reprobable en absoluto pero ¿Podemos poner en tela de juicio algo tan importante como la verdad? Algo que ha sido tan ninguneado y contaminado que uno mismo tiene derecho a dudar en ocasiones. Ahora, ante la contundencia y falta de flexibilidad de la verdad me pregunto: ¿Qué valor tiene una vida por muy larga y comprometida que haya sido si no estaba fundada en la verdad? Podrá ser recordada como un bonito ejemplo de entrega y sacrificio para sus espectadores, sin embargo, para el protagonista esa vida tiene la calidad de desaprovechada. Verdaderamente, conocer la verdad merece la pena.
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1 comentario:
...Hi, a fantastic blog. Haz tus compras en www.compramucho.com... ¡qué patético que te lo escriban en inglés! ¿se creerán que da el pego?... bueno, la verdad es que el tema de la verdad es verdaderamente interesante,... aunque creo que una persona entregada y que ha vivido bien en su vida por una causa que consideraba justa y en la que no confrontaba la libertad ajena puede pensar, al final de sus días, "vaya mierda, me equivoqué con lo que creía" al ver que sus expectativas de verdad no eran ciertas,... pero no creo que su actitud frente a la vida sea recordada como fracaso, pues un error en algo no hace que todo sea un error,... bueno, en las cuentas sí,... pero espero que no todo sea así de matemático porque si no vamos a estar bastante jodidos ya que la verdad absoluta no la tenemos ninguno.
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