miércoles, 10 de noviembre de 2004

La Despedida

..."Ya no hay nada que hacer" susurró el doctor casi pidiendo perdón. Después de todo lo que había imaginado junto a ella, era tiempo de cambiar de planes. Desde el rincón más macabro de su mente alcanzó a pensar que las personas en cierta manera somos una especie de mercancía; igual que un día aparecemos alguna vez nos tenemos que marchar. Pero al instante se dio cuenta de que la mercancía que estaba cerca de desaparecer de su vida no iba a ser capaz de reemplazarla jamás. En ese momento no le hubiera importado negociar con su propia vida en favor de la de ella, pero... ¿A dónde debía de dirigirse a hacerlo? ¿Qué podía hacer él? Se descubrió como un completo inútil, y tuvo que ver como tomaban posesión de él la rabia y desesperación de la impotencia, algo muy duro, quizás lo peor que puede sentir alguien. Aunque no le quedaban muchas fuerzas más que las que a su princesa le eran insuficientes para seguir, advirtió que sus dientes se apretaban tan violentamente como nunca antes. De alguna manera la envidiaba, ella ya no era testigo de ese momento, no tenía que afrontar el adiós. Él nunca paraba de quejarse que no tenía jamás nada, pero es ahora cuando iba a saber lo que eso significaba; ahora tendría que empezar otra vez pero sin nada y sin ella. A veces no quería dejar de mirarla y aprovechar sus últimos minutos de luz y enseguida no se sentía capaz de hacerlo. Miró sus preciosos ojos azules, que aunque estaban abiertos ya no veían nada, y los encontró inundados en lágrimas, a punto de desbordarse. Y volvió a sentir envidia, él había descubierto que ya no podía llorar ni aunque quisiera. Pero al menos, esos ojos dulces le invitaron a soñar que ella también se estaba despidiendo...

5 comentarios:

Kenny dijo...

Me ha gustado la reflexión en forma de historia, hasta lo he leído dos veces...

Grom dijo...

Que comentes el texto es bueno, pero que te guste a ti revaloriza bastante el artículo. Que pena quetu blog no me permita a mi comentar los tuyos, lo podrías arreglar un día...

Kenny dijo...

tío, no sé por qué no te tira, a los demás sí que les deja, lo que pasa es que no quiero poner un comentario como el tuyo, que tienes que "registrarte" y todo eso para comentar. Estoy mirando otro tipo de blog que he visto que tiene Jonah, pero tendría que cambiar la dirección y todo eso y no me apetece mucho. Un día que tenga tiempo e internet cambiarán más cosas.

Ryan dijo...

me mola mazo tio.

Grom dijo...

Se supone que habia escrito esto para que alguna fresca se parara a leerlo y se enamorara... Pero resulta que lo han leído kenny y ryan solamente, en realida lo prefiero así, que por lo menos lo lea gente que pueda apreciarlo...