jueves, 12 de octubre de 2006
AMICA VERITAS (Finalización)
Hoy en día hay muy pocas afirmaciones que se puedan catalogar como irrefutables; por eso resulta en demasía tan difícil evadir los miedos, en especial a la hora de afrontar temas tan desconocidos como la llegada de la muerte por citar el ejemplo más contundente. Cada foco de información relacionado con esta temática particular es atacado con fiereza de manera razonable por alguna pequeña duda humana. El cristianismo, el islam, el hunduísmo, el ateísmo y todas las ramificaciones de cada una de ellas, ninguna funciona sin una pizca de buena fe, aceptando ciegamente parte de sus fundamentos. El no tener la calidad de absoluta no le resta la identidad de "verdad". Incluso buceando en la historia antigua y analizando a los antiguos sabios que andaron obsesionados en la búsqueda de la verdad, en la que invertieron todos sus días (Aristóteles, Sócrates, Platón, ...), dejan muchas puertas abiertas para ser heridos contra sus afirmaciones. No se conoce a nadie todavía que haya logrado llegar a esa meta, hacer invulnerables sus ideas. Pero, de todas maneras, estoy seguro de que reside un pedacito, por muy diminuto que sea, de la "gran verdad completa" por separado en las diferentes creencias. La verdad y la religión en ocasiones se citan a escondidas para besarse.
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3 comentarios:
Una de los "hechos" que citaría para enfrentar tu tesis es la existencia innegable de grandes paradojas que invalidan cualquier paso para avanzar en una composición de una Verdad (con mayúscula, pues es esencial) o cualquier verdad. Por eso es complicado, no porque la gente sea tonta.
Por otro lado no concedo que nadie haya podido ser consistente y coherente con sus ideas - que es lo que insinuas con "hacer invulnerable sus ideas" - hay una persona que fue fiel hasta el final, admitiendo las paradojas, explicándolas y viviéndolas. Me crucificarán por decirlo porque no está tan de moda como el Ché o los clásicos, pero Jesús, si resucitó, probó ser Juan 1:1: "In principium erat verbum".
Trataré de ser breve. Existen verdades que todos podemos aceptar y no podemos enfrentar por ejemplo, la existencia propia. Por otro lado, la duda de buena parte del planeta resta el titulo de verdad absoluta respecto a Jesús, no porque no sea verdad. Verdad absoluta no permite dudas ni siquiera ridiculas.
La Verdad, no tiene que hacer citas a escondidas. No se fragmenta, no se forma de muchas ideas, es Una y no es relativa. Puede ser cuestionada pero nunca podría confirmarse su error porque no lo tiene. El que la conoce es el único capaz de ser libre.
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