lunes, 19 de diciembre de 2005
THE END (1ª Parte)
No son muchas las cosas que en este mundo se pueden considerar no afectadas por la palabra "Fin". De hecho no conozco a nadie capaz de nombrar alguien o algo exento a ese término sino a Dios, que según diferentes culturas puede tener un nombre u otro; pero dado que al afirmar la existencia de uno, cada tradición se encarga de negar la veracidad de todos los demás, lo tendré en cuenta como una única respuesta. El término "Fin" sólo hace referencia a una circunstancia, no a algo tangible, pero quizás se trate de la circunstancia más compleja con la que se puede encontrar cualquier ser o situación. Porque no es un problema propio de objetos físicos, también las situaciones, las ideas, e incluso las cacterísticas nunca pueden considerarse libres de un final. Lo que ahora me pregunto es si esa misma circunstancia (el final), puede atentar contra sí misma, y si así fuera cómo se desarrollaría esa situación. ¿En que puede consistir el "final del final" si es que existe? Si resulta que el final también se termina, eso implica que todo lo que se acaba volvería a empezar en algún momento. Que el universo es un ciclo constante en forma de bucle, o sea, que esa sensación interna que emerge cuando algo definitivo te sale mal la cual hace que sientas que alguna vez en el transcurso del tiempo volverás a intentarlo y entonces tal vez funcione, es algo real.
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