lunes, 29 de noviembre de 2004

ARMAS EN MANOS DE UN MISERABLE

Es algo genial que cada uno tenga una cualidad que le hace diferente a los demás, algo que le hace especial e inconfundible, lo que es una pena es que para algunos esa característica personal sea la mentira. No creo que uno pueda rebajarse o degradarse más que después de haber hecho uso de algo tan miserable y ruin. No olvidemos que mentir no se trata de otra cosa que esconder la verdad y disfrazarla. La verdad que es una de las cosas que cualquier persona persigue conocer desde sus orígenes. Y sin embargo algún indeseable se dedica a ocultarla, que pena... Desde luego se debe de tratar de alguien podrido desde su corazón y su cerebro, no admito discusiones en este aspecto. Las mentiras duelen, medidas milimétricamente incluso son capaces de matar. Además un mentiroso es un adicto de su propia maldad, no contento con faltar al respeto a la verdad, desdeña con su despreciable hábito los que encuentra por su vida, llegando incluso ser de oprobio para sus conocidos o familiares. Se ven envueltos en la mentira y no sienten remordimiento alguno, por lo que rara vez abandonan su costumbre. Malo es tener un amigo mentiroso, porque uno es consciente de que antepondrá su vicio al aprecio que pueda tenernos. No te asocies jamás con un mentiroso porque la única manera de defenderlo es hacer uso de la mentira. Ante todo quiero certificar que no culpo a la mentira que domina al mentiroso, sino al mentiroso que construye la mentira.

jueves, 25 de noviembre de 2004

DISEÑADOS PARA SUFRIR

Dedicamos nuestro esfuerzo a convertir la historia que nos ha tocado representar en un modelo perfecto ausente de sobresaltos, en el que la tranquilidad sea una regla invariable y continua. Pero se nos olvida que la vida consiste precisamente en eso, en encontrar cada día situaciones nuevas que nos sorprendan y nos obliguen a movernos. Creemos que nos encantaría vivir en la calma absoluta, pero estoy seguro de que al saborearla nos empalagaría. Nos quejamos siempre de los problemas que nos rodean sin darnos cuenta de que esos problemas se convierten en los retos que terminan por darle sentido a nuestra existencia. Es como la historia del silencio que anhelamos ansiosamente mientras que el molesto ruido arruina nuestra tranquilidad. Pero si alguna vez llegamos a instalarnos en ese silencio total, nos daremos cuenta de que le tenemos miedo y de que no estamos preparados para continuar junto a él. Por ahora, la única manera de vivir sin problemas o con la capacidad de evitar preocuparme por ellos que he podido experimentar es estar muerto, y a día de hoy no me apetece repetirlo. No luchar por nada, no tener miedo a nada, no sufrir por nada, es lo mismo que no estar vivo.

miércoles, 17 de noviembre de 2004

¿DUDAR?

La duda, por encima de ser algo natural para todos, es una capacidad humana a la que hay que permanecer ajeno la mayor parte del tiempo posible. No confundir nunca la duda con la prudencia. Dudar de tus propias posibilidades no es lo mismo que controlar la euforia y lanzarse en algo superior a nuestras fuerzas. Porque ser prudente es simplemente no sobrevalorarse, pero tener dudas es desconocernos a nosotros mismos, y muchas veces dejar escapar posibilidades únicas. La duda produce miedo, tristeza, hambre, dolor, ... Así la inseguridad, la duda, es un predador muy adaptable y se amolda a cualquier persona para atacar. Puede atacar en cualquier campo: Dudar de nosotros mismos, dudar de las cosas que tenemos, dudar de nuestros amigos, etc. Cuando empezamos a dudar de aquellos a los que queremos ya se convierte en una situación demasiado peligrosa, ¿En qué otra cosa se puede confíar? Yo personalmente prefiero vivir el mal momento en el que con un golpe de sinceridad se me confiese que estaba equivocado en contar con alguien que tener que dudar de esa persona todo el resto de mi vida. Por eso, cuando alquien te pregunte "¿Me quieres?" Di la verdad, aunque la respuesta sea "No", porque contestar "No lo sé" es más nocivo de lo que te imaginas.

lunes, 15 de noviembre de 2004

BENDITO TIEMPO, MALDITO TIEMPO

Para mí es lo más mágico, mítico y místico. Si hay algo enigmático e incontrolable por encima de cualquier otra cosa, es el tiempo. Cronos debió de ser alguien con un carácter malhumorado y violento. Viendo a que se dedica hoy en día, es del todo verosímil que engullera una y otra vez a los propios hijos que él había procreado. El tiempo que constantemente nos falta, es el mismo que muchas otras veces se nos hace eterno y pesado. Es exactamente similar la mecánica la que hace que el tiempo que es salvador no deje de ser un terrible asesino. Sin el transcurso del tiempo el vivir resultaría algo lastimosamente anodino y carente de sentido, que acabaría con todos. Pero es también ese transcurso del tiempo el que hace que nuestros días se vayan extinguiendo poco a poco, hasta que la muerte llame a nuestra puerta. No tiene amigos ni enemigos, siempre actúa celosamente sin excepciones con cada uno de nosotros. El tiempo hace que los niños se conviertan en hombres de la misma manera que puede hacer que grandes héroes terminen siendo sombras penosas y vergonzosas de lo que antaño fueron. Tiene la capacidad de transformar el día en la noche, la noche en el día y lo que es peor el futuro en el pasado.

miércoles, 10 de noviembre de 2004

La Despedida

..."Ya no hay nada que hacer" susurró el doctor casi pidiendo perdón. Después de todo lo que había imaginado junto a ella, era tiempo de cambiar de planes. Desde el rincón más macabro de su mente alcanzó a pensar que las personas en cierta manera somos una especie de mercancía; igual que un día aparecemos alguna vez nos tenemos que marchar. Pero al instante se dio cuenta de que la mercancía que estaba cerca de desaparecer de su vida no iba a ser capaz de reemplazarla jamás. En ese momento no le hubiera importado negociar con su propia vida en favor de la de ella, pero... ¿A dónde debía de dirigirse a hacerlo? ¿Qué podía hacer él? Se descubrió como un completo inútil, y tuvo que ver como tomaban posesión de él la rabia y desesperación de la impotencia, algo muy duro, quizás lo peor que puede sentir alguien. Aunque no le quedaban muchas fuerzas más que las que a su princesa le eran insuficientes para seguir, advirtió que sus dientes se apretaban tan violentamente como nunca antes. De alguna manera la envidiaba, ella ya no era testigo de ese momento, no tenía que afrontar el adiós. Él nunca paraba de quejarse que no tenía jamás nada, pero es ahora cuando iba a saber lo que eso significaba; ahora tendría que empezar otra vez pero sin nada y sin ella. A veces no quería dejar de mirarla y aprovechar sus últimos minutos de luz y enseguida no se sentía capaz de hacerlo. Miró sus preciosos ojos azules, que aunque estaban abiertos ya no veían nada, y los encontró inundados en lágrimas, a punto de desbordarse. Y volvió a sentir envidia, él había descubierto que ya no podía llorar ni aunque quisiera. Pero al menos, esos ojos dulces le invitaron a soñar que ella también se estaba despidiendo...

viernes, 5 de noviembre de 2004

EL SACO QUE NUNCA SE LLENA

Hay días, o más bien noches diría yo, en las que me fabrico mis propios quebraderos de cabeza intentando adivinar en qué sería mejor mi vida si hubiera sido capaz de identificar mis metedura de pata antes de cometerlas. Como a todos, a mí también me gusta la idea de evitar el trago amargo de saberme un fracasado y hacer frente al ridículo del error, incluso a veces a la necesidad de pedir perdón. No es que viva en un escenario acreedor de arrepentimientos contínuos por cada uno de los actos que cometo. Pero ¿Para qué engañarnos? Sin excepción, todos los detalles desarrollados en mi historia son mejorables siempre aunque sólo sea en un minúsculo modo. Al fin y al cabo aunque me dieran todas las oportunidades posibles para reintentar y las instrucciones perfectas a seguir, nunca mis resultados sobrepasarán el límite de la esperanza. Puede ser que no merezca la pena preocuparse y lamentarse cuando las cosas no salen como quieres, ya que por muy exento de errores que hayas podido actuar, finalmente al mirar hacia atrás se te ocurrirá una forma de la que podrías haber mejorado lo que lograste. No podemos dejar de ser humanos, o sea: inconformistas, ambiciosos, soñadores y desagradecidos.

martes, 2 de noviembre de 2004

Te elijo a ti

Te elijo a ti,
Porque nadie me miró
como tú aquella noche.
Porque me has robado todo
y porque yo soy cómpice de ese robo.
y porque... ¡No sé por qué!
y porque sí.
Te elijo a ti.

(Feliz Cumpleaños!!!!)

lunes, 1 de noviembre de 2004

ENGAÑADOS POR CUALQUIERA

Cuando eres un chaval, siempre sueñas con ser alguien admirado y/o respetado. Pero una vez que han pasado los años y has dejado atrás la niñez, no es que uno haya cesado de desearlo, pero comienzas a ver las contraindicaciones, hasta que en puntuales momentos sí que puedes terminar incluso a plantearte a ti mismo si de verdad merece la pena el llegar a conseguirlo. ¿Para qué puedes desear una posición así? No estoy seguro de que la terapia constructiva que puede resultar esto para nuestra autoestima pueda equilibrar la responsabilidad que nos lleva a ser tan determinantes, la mayoría de las veces no positivamente, para aquellos fácilmente influenciables que nos rodean y que puedan llegar a admirarnos y dejarse moldear por nuestros actos al habernos determinado ellos como modelos recomendables a seguir o a obedecer. A mí personalmente me satisface el sentirme útil para los demás, pero de lo que hablo se trata mucho más que de ser útil. Se trata de llevar el peso de los errores que yo pueda cometer y cuyas repercusiones negativas no sólo yo voy a afrontar. Es como apostar el dinero que no es mío, o arriesgar vidas ajenas. La fama es algo muy destructivo en manos de alguien no apto para ella. Las personas hacemos dioses nuevos con una facilidad peligrosa, dioses por los que nos dejamos aconsejar, enamorar, destrozar...